El equipo de baloncesto del colegio de la Santísima Trinidad, el Balmes C.B., disputó hace ahora 50 años el partido inaugural para la fase de ascenso a Primera División, lo que hoy sería la ACB. No era la primera vez que tenía esta oportunidad, el “hito histórico” es que este encuentro, frente al Bazán de San Fernando de Cádiz, se jugó en las instalaciones del colegio alcazareño, en abril de 1964. Una hazaña que cobra más valor porque todos los jugadores eran de Alcázar y convirtieron la localidad en la segunda Badalona del baloncesto, dándole una proyección nacional, a nivel deportivo, a la ciudad.
A través de fotografías, ponencias y proyecciones se relató lo sucedido en aquella época y como se vivió, no sólo en el colegio, sino en toda la ciudad. Las Jornadas de conmemoración que se han realizado este sábado pretendían rendir homenaje también al colegio, por la educación en valores que ha trasmitido a lo largo de generaciones.
Los jugadores de aquel equipo, familiares, amigos y aficionados al baloncesto se dieron cita en este acto que también contó con la presencia de Diego Ortega en una triple faceta: la de alcalde, la de antiguo alumno trinitario y la de ex jugador de baloncesto del equipo heredero de aquel legendario Balmes C. B. Durante su intervención, Ortega comentó la visión que se tenía en la Trinidad de aquel recordado partido del que tanto oyó hablar en el colegio.
Fortunato Ropero, que fue también jugador del mismo equipo, aunque no pudo participar de aquella “gesta” por estar ya estudiando en la Universidad, fue el encargado de presentar el acto en el que tuvieron cabida diferentes testimonios de personas que vivieron aquel acontecimiento que tuvo lugar en el propio colegio trinitario. También se proyectaron algunos vídeos y se vieron numerosas fotografías de aquella época.
La celebración de este acto ha supuesto el reencuentro de todos los jugadores que en aquella época componían el Balmes C. B., algunos de los cuales tienen su residencia actual fuera de Alcázar de San Juan.