Acompañando sus palabras con algunas imágenes orientativas, Román comentó la razón que le inspiró a escribir este estudio sobre el lugar que, según Don Miguel de Cervantes, no recordaba porque no quería recordarlo.
El comienzo de la novela más difundida y más veces editada y traducida, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, comienza con esa frase tan sabida y repetida que reza así: «En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…»
Ese «lugar» que no aparece nombrado en el famosísimo libro de Cervantes, fue lo que empujó a Luis Miguel Román a leerlo y releerlo, y estudiar concienzudamente cada párrafo, cada alusión, cada pista que pudiera aclarar cual sería ese lugar negado y oculto del que no quería acordarse. Después de buscar en bibliotecas y archivos todo lo que pudiera confirmarle en la idea de que D. Quijote, el principal personaje de la novela, vivía en Alcázar llegó a la conclusión de que aquel ingenioso hidalgo era de aquí. De ahí el título del libro comentado «Mi vecino Alonso».
Acompañado de numeroso público, Román Alhambra formuló su hipótesis basándose en la obra cuatro veces centenaria y en una gran cantidad de documentos del siglo XVI y XVII y posteriores, en los que delimita el lugar omitido intencionadamente por alguna razón desconocida.
El acto resultó muy interesante y es que: ¡Hay que ver lo que va a dar de sí el dichoso Don Quijote!
