En el acto de entrega de estos premios, el presidente de la CEOE-CEPYME de Ciudad Real destacó que los valores que se galardonan en este acto son los valores “ejemplares” de los que hacen gala los empresarios para “marcar la pauta más especial de este país, porque somos los únicos que creamos empleo y riqueza y estamos dispuestos a echar casta, valor, confianza y valores de los que la sociedad a veces adolece”, para conseguir el objetivo final de crear empleo.
“Ya está bien, ahora hay que dignificar nuestra figura” y proyectar al empresario como “una parte fundamental de la sociedad”, por lo que pidió que “alguien se vaya fijando en nosotros con una reforma laboral digna”. Asimismo, solicitó que las entidades financieras den dinero porque “con eso baja el desempleo y alimentamos a familias”. Por todo ello, “ayúdennos ya, sólo necesitamos eso, ayúdennos a seguir creando empleo”, concluyó.
El delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha en la provincia de Ciudad Real, Antonio Lucas-Torres reconoció que los autónomos y pequeños empresarios “son los que están sacando la economía adelante”, porque no son las instituciones las que crean trabajo, sino que es el colectivo de las pymes y los autónomos los que generan el 80% de los puestos de trabajo, “ellos son los verdaderos quijotes y los que están padeciendo la crisis poniendo todo su patrimonio al servicio de la empresa”. Son “quijotes y yo diría que hasta héroes por lo que el Gobierno regional va a ayudarles a salir de la crisis”.
A ellos va dirigida la Ley de emprendedores que no es ley sólo para dar dinero o agilizar los trámites burocráticos, que también, sino que además pretende instaurar desde la niñez la cultura del emprendizaje y de los empresarios, rompiendo con el pensamiento actual, ya que todo el mundo, independientemente de su edad, quiere ser funcionario “que también es muy digno, mientras que a los empresarios se les ha demonizado porque han ganado dinero y ahora, sin embargo, lo están perdiendo”.
Lucas-Torres subrayó que una de las cosas buenas con las que cuentan los empresarios por parte de los políticos es que este año se han celebrado tres comicios electorales, lo que permite que “los políticos no nos vamos a dedicar a decirnos tonterías, sino que nos podemos poner a trabajar en estos tres años por la sociedad y por quienes más lo necesitan”.
El alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega quiso transformar sus palabras de felicitación por otras de agradecimiento, al entender que “el agradecimiento es un sentimiento más profundo”. A todos los premiados les agradeció sus cualidades que les han hecho merecedores de estos reconocimientos.
También agradeció a la Asociación de comercio la función que realizan y especialmente el esfuerzo de este año para celebrar la séptima edición de los premios, a pesar de que la situación no es la más adecuada y esto obliga a avanzar en nuevos retos y emprender sumando nuevos esfuerzos y defendiendo su actividad como “la principal fuente de creación de empleo para salir de la crisis”.
El presidente de la Asociación local, Víctor García abogó por “la imaginación para no dar un paso atrás” en esta organización empresarial, “ni Alcázar de San Juan tampoco”. Las dificultades económicas actuales hicieron que se plantearan organizar el acto para este año.
PREMIADOS
El premio institucional de esta séptima edición de “La sonrisa del Quijote” fue para la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, por ser la primera mujer que ejerce este cargo en esta comunidad autónoma, aunque no pudo asistir y recogió el galardón el delegado del Gobierno regional en Ciudad Real, Antonio Lucas-Torres.
El premio al “ciudadano ejemplar” fue, en esta ocasión, para Julio Maroto a título póstumo. Sus tres hijos subieron a recoger el galardón en el que se le reconocía su labor de maestro con mayúsculas, “adelantado a su tiempo” en muchos aspectos, especialmente en los ecológicos y medioambientales, además de haber participado en otros muchos movimientos.
El premio al Deporte fue para el Grupo 76-Alkassar que lleva varias décadas cuidando a la cantera del baloncesto local, poniendo para ello en muchas ocasiones, recursos propios. El actual presidente de esta entidad deportiva, Alfonso Arráez recogió el premio.
El premio al Comercio con historia fue para la Joyería Pedrero, “uno de los comercios más antiguos” de Alcázar de San Juan que “ha ido evolucionando y está manteniéndose de forma digna” pasando de generación en generación. A recoger el galardón subieron Jesús y Lourdes Pedrero, padre e hija que trabajan codo con codo en este negocio familiar.
En el apartado de Solidaridad, el premio recayó este año en Cáritas Interparroquial de Alcázar de San Juan por su labor desarrollada a lo largo de su historia y no sólo en estos tiempos de crisis, puesto que en los años de bienestar también atendían a personas necesitadas de los recursos básicos de subsistencia. La directora de Cáritas y el representante sacerdotal de esta organización, Ana Madrid y Ambrosio León respectivamente, subieron al escenario a por el premio.
El premio empresarial fue para Delgado Lizcano, S.L., una familia que lleva “más de 50 años” dedicada al mundo de la automoción que comercializa las marcas con Volkswagen y Audi en la comarca. Ángel y Virgilio Delgado, padre e hijo, recogieron el galardón.
El premio especial de la Asociación fue para la Interprofesión del Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha por el trabajo que realizan en pro de los vinos de esta tierra incorporando nuevas variedades y trabajando de manera intensa en la exportación del producto. El presidente del Consejo, Gregorio Martín-Zarco subió al escenario a por el galardón.
Por último, el premio especial recayó en la iniciativa “Ponle freno” del Grupo Antena 3, en reconocimiento a que esta campaña está contribuyendo a la disminución de los accidentes de tráfico, junto con otras medidas. Recogió el premio el director de Onda Cero Alcázar de San Juan y Valdepeñas, Bernardo Samper.
En el acto que fue presentado por el locutor de Onda Cero, Marcos Galván, actuaron la Asociación Cultural de los Coros y Danzas de Alcázar de San Juan con una jota y una rondeña y la Escuela de danza de Alma María García. La decoración del escenario y especialmente del atril corrió por cuenta de los usuarios del Centro de día para discapacitados Frida Kahlo.