El salón de Plenos del Palacio provincial ha sido el escenario elegido esta tarde para la entrega del Premio de la Solidaridad, en su modalidad de personas físicas y personas jurídicas, un galardón que concede la Diputación de Ciudad Real para distinguir a los ciudadrealeños y ciudadrealeñas que basan su vida en la entrega a los demás, desarrollando paralelamente una cultura participativa y democrática.
La institución provincial destaca así la trayectoria solidaria desarrollada por personas físicas o jurídicas, bien públicas o privadas, de la provincia de Ciudad Real que se dediquen, o se hayan dedicado, a mejorar las condiciones de vida de personas que se encuentran en situación de desventaja social.
Así lo ha destacado el presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, durante su intervención. De Lara ha dicho que la Diputación de Ciudad Real tendrá como prioridad en su política de gastos los programas que tengan que ver con las políticas sociales, con la solidaridad. «La Diputación, comparado con otras administraciones, dispone de muy pocos recursos. En una crisis como la actual disponemos de menos posibilidades aún. Pero lo primero de lo primero en nuestros programas de gastos tendrá que ver con las políticas sociales, con la solidaridad, porque hacer política es esencialmente priorizar y ésta será nuestra prioridad. Lo demás es secundario. Nadie, absolutamente nadie, con criterios economicistas, podrá convencerme de lo contrario mientras haya un ser humano sufriente».
Ha tenido palabras de aliento y de reconocimiento hacia los premiados. A María Luisa Urda Atanasio, por su desinteresada y generosa actitud acogiendo en su familia a la niña saharaui Salka, a la que se ha referido como un «ángel» que le ha hecho recordar y rememorar situaciones que el ha vivido directamente en sus visitas a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf. Y a la asociación BASIDA, de Manzanares, por defender con hechos la dignidad del ser humano. «Enarboláis el emblema del altruismo único. Estamos con vosotros, creemos en vosotros y os necesitamos. Sois imprescindibles y nos sentimos pequeños a vuestro lado».
Ha recogido de manos del presidente de la Diputación el Premio Solidaridad 2011, en la modalidad de Personas Físicas, doña María Luisa Urda Atanasio, vecina de la localidad de Villarrubia de los Ojos, por su labor desinteresada y generosa con una niña saharaui enferma de síndrome de Down y celiaca, a la que acogió en su familia y le presta los cuidados y tratamientos especiales que requiere para su completo desarrollo, tanto físico como afectivo. Se llama Salka y está escolarizada en el Centro de Educación Especial de Campo de Criptana. María Luisa Urda ha tomado la palabra para agradecer la concesión del premio. Ha explicado que sentía una alegría enorme, sobre todo pensando en su familia, porque sin su apoyo no habría podido hacer lo que se ha hecho con Salka, que no era sino hacer de ella una niña feliz. «Y creo que lo estamos consiguiendo. Su incapacidad nos ha enseñado a valorar de forma diferente la vida que nos rodea, nos ha enseñado a vivir de manera especial»
Y en la modalidad de Personas Jurídicas el jurado ha acordado otorgar el Premio de la Solidaridad a BASIDA, de Manzanares. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro en cuyo centro atienden a personas desfavorecidas, enfermos de SIDA, especialmente con minusvalías físicas o psíquicas, muchos de ellos en fase terminal, con carencias familiares, sociales y económicas. De Lara le ha entregado el galardón a Visitación Adán, quien ha agradecido la distinción diciendo que le llenaba de satisfacción y alegría por cuanto el premio viene a distinguir una acción solidaria y altruista que la asociación lleva realizando desde hace 21 años. «Veintiún años de esfuerzo y superación por conseguir que las personas asistidas consiguieran vivir con dignidad, el derecho a tener una vida normalizada». Ha destacado los valores del voluntariado, como único capital humano e ideario de la asociación; de la solidaridad, por compartir con los demás lo que la vida nos ha dado; y del altruismo, porque sólo compartiendo y conviviendo con los más desfavorecidos se puede llegar a la realidad de transformar nuestro entorno en un mundo mejor.
El acto institucional de entrega del Premio de la Solidaridad 2011, que institucionalizó el Equipo de Gobierno de la Diputación hace siete años, se ha iniciado y ha concluido con sendas interpretaciones que ha ofrecido el cuarteto de cuerda del Conservatorio Profesional de Música «Pablo Sorozábal» de Puertollano compuesto por Daniel Cruz, Cristina López, Elena Pilar Escudero y Diego Álvarez. Han ofrecido «La burla», de Haiden, y un fragmento de la banda sonora de la película «La vida es bella».