Fernando Huertas, en nombre del PSOE y como miembro del consejo de aguas, ha adelantado que en la reunión que este organismo tendrá mañana, 9 de julio, se hablará de la venta de la empresa municipal de aguas de Alcázar de San Juan. «El PSOE se opondrá a esta decisión del equipo de gobierno de PP y CxA, por todos los medios que nos sea posible, sociales, jurídicos y públicos».
Huertas ha asegurado que la «supuesta quiebra» de Aguas de Alcázar «no es real» y que han «engordado la deuda para justificar su venta». «Aguas de Alcázar es una empresa modélica, con más de 20 años de funcionamiento» -aseguraba el edil socialista- «y con unas pérdidas en el suministro que no superan el 12%. Es la joya de la corona y hay muchas empresas privadas interesadas en adquirirla». Igualmente, afirmaba que el motivo por el que el equipo de gobierno quiere vender esta empresa municipal es «porque están a punto de quebrar el ayuntamiento; ya que están contando con 9 millones de euros en ingresos de la nueva termosolar, que son incapaces de que se haga y ya se han gastado más de la mitad. Además de haberse gastado también los ahorros que les dejó el anterior equipo de gobierno socialista. Se ha cocinado la quiebra de Aguas de Alcázar para poder venderla». A este respecto, aportó los datos que, en 2011 -primer año de gestión de Ángel Puente- se cerró el año con un superávit de más de 36.000 euros y se aseguró la viabilidad de la empresa. «Fue el mismo señor Puente el que dijo que la empresa de aguas iba a ganar 600.000 euros al año. Y ese es el beneficio que se genera. Y, ahora, en las cuentas de 2012 nos dice que hay un millón y medio de euros de pérdida. ¡Nos están engañando a todos los alcazareños!». Igualmente reconoció que, aunque la deuda que tiene la empresa de aguas con el ayuntamiento es cierta, «no hay voluntad política de solucionarlo».
«El partido socialista estará siempre del lado de los ciudadanos» -dijo Huertas- «porque los alcazareños no quieren que se venda la empresa municipal de aguas. Las consecuencias serán que se incremente entre un 30 y un 40% el recibo, que los beneficios no reviertan en la ciudad -como así se viene haciendo- y que peligren los puestos de sus trabajadores». Hizo hincapié en que la decisión de vender la empresa pública «es de Alcázar, no de un particular». Y concluyó diciendo que, su grupo político, apoyará la plataforma ciudadana, que se está formando, para la defensa del agua. «Esperamos que PP y CxA recapaciten, den marcha atrás y no traicionen a Alcázar y a sus ciudadanos».







































































