La nueva plataforma en defensa del agua de Alcázar de San Juan, que quedará constituida, oficialmente, el próximo lunes 15 de julio. Nace con la idea de ser un colectivo de representación ciudadana no político -aunque cuenta con el apoyo de los partidos, sindicatos y colectivos que se oponen a la venta de la empresa municipal de aguas.
La primera toma de contacto se producía ayer, 10 de julio, en la asamblea que tuvo lugar en el Centro Cívico de la localidad. El objetivo, aunar esfuerzos, para manifestar la opinión de los ciudadanos que están en desacuerdo con la privatización, capitalización o cambio de modelo de gestión de Aguas de Alcázar; y sacar el debate a la calle, para intentar impedir que esta situación se produzca.
En la asamblea de ayer, se plantearon acciones como la recogida de firmas y movilizaciones ciudadanas. El sentir común de los presentes fue que el proceso que el equipo de gobierno quiere iniciar, con el cambio de gestión de la empresa municipal de aguas, puede llevar a la privatización de las aguas. «El agua es algo que conseguimos los alcazareños, que es nuestro y no podemos permitir que venga una empresa privada y nos lo quite» -comentaba un ciudadano.
Vicente Muela, perteneciente al colectivo CAPA (por el agua pública de Alcázar) y ex-miembro del Consejo de aguas, que estuvo presente en la reunión, manifestó su preocupación por las últimas informaciones al respecto de Aguas de Alcázar. «A mi siempre me han dicho que Aguas de Alcázar funciona bien. No es lógico que quieran privatizarla, porque ya es lo último que nos queda en Alcázar. Nos han quitado la enológica y otros servicios sociales; quieren privatizar la sanidad, la educación, todo. Somos los ciudadanos los que lo tenemos que impedir y movilizarnos. Movilizándonos se pueden conseguir parar muchas cosas, como ha ocurrido en Madrid con la sanidad». Muela se refería a la reciente paralización, como medida cautelar, por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, del proceso de privatización de 6 hospitales madrileños.
Otro de los comentarios que se vertieron es que la «prisa por vender» se debe, además de por «obtener liquidez», a que la Unión Europea no va a permitir, en breve, la privatización de las aguas. Todos los presentes coincidieron también en la apreciación que un modelo público de gestión del agua siempre va a ser más transparente que uno privado y pusieron en duda que, con la privatización, no se perdiera calidad en los servicios y no fueran a subirse las tarifas.
Hasta el próximo lunes, no quedará constituida oficialmente esta plataforma en defensa del agua y no se sabrán quiénes serán sus portavoces.








































































