La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, ha señalado que “un verdadero Gobierno es una voluntad de servicio público hecha institución”, destacando que el Ejecutivo regional sólo solicita esfuerzos en la medida en que él mismo se obliga a asumir los mayores sacrificios”.
Cospedal, en el desayuno informativo del Executive Forum, en Toledo, ha recordado que “nada más llegar al Gobierno regional” se suprimieron todos los gastos corrientes, organismos y cargos públicos, “cuya razón de ser no era otra que justificar su existencia”, así como se puso en marcha el Plan de Garantía de los Servicios Sociales, “que supone el mayor esfuerzo de ahorro de una administración pública en la historia de nuestra democracia y que protege de los desvaríos financieros anteriores la calidad de una educación y una sanidad públicas y universales a las que todo ciudadano, por el hecho de serlo, tiene derecho absoluto”.
Asimismo, la presidenta castellano manchega ha anunciado que “es la misma tarea que, con la confianza de los españoles, abordará Mariano Rajoy a partir del 21 de noviembre, porque de lo que hablamos es de principios universales sobre los que se funda el buen Gobierno”.
En este sentido, Cospedal ha dicho que “esos principios toman forma práctica en un plan global a cuatro años para corregir el déficit heredado, sanear las cuentas públicas, superar la crisis y comenzar a crear empleo cuanto antes”. “Nunca más un ciclo económico, por muy adverso que sea, debe volver a provocar que uno de cada tres parados europeos tenga pasaporte español”, ha aseverado
La jefa del Ejecutivo regional ha lamentado que, “a pesar de que muchos países de nuestro entorno han sufrido una recesión de iguales proporciones, la nuestra es una crisis de consecuencias desproporcionadas, injustas, inmerecidas e inaceptables” y ha asegurado que “tenemos que conseguir que sean irrepetibles”.
“Nuestra empresa tiene un objetivo claro y urgente a corto plazo: salir de la crisis y crear empleo cuanto antes”, ha asegurado la presidenta regional, quien también ha abogado por “un propósito de largo alcance: sentar los pilares de un nuevo marco de competitividad que impulse el crecimiento en los ciclos económicos favorables y sirva de escudo a las andanadas de los ciclos desfavorables”.
Cospedal ha explicado que tenemos tres instrumentos a nuestro alcance “que son fines en sí mismos y, sobre todo, son medios necesarios para crear empleo: la austeridad en la gestión de los recursos y lucha contra el déficit; y reformas estructurales en una economía necesitada de competitividad, en un mercado de trabajo necesitado de flexibilidad, en unas administraciones públicas necesitadas de eficiencia y eficacia, en una política fiscal necesitada de estímulos al ahorro y la inversión, y en unas instituciones necesitadas de solidez y autonomía y, por último, “finalizar el saneamiento y la reestructuración del sistema financiero para restaurar el crédito a las pymes y a las familias, sin el cual nuestra economía será incapaz de ponerse a rodar”.
Por último, ha manifestado que “esos instrumentos sólo podrán alcanzar todo su potencial transformador si son impulsados por un Gobierno que no se contente con la legitimidad de origen que le da el voto en las urnas, sino que sea haga acreedor de la legitimidad que le confiere la credibilidad en el ejercicio diario de la acción política”, ha sentenciado.
