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Que gusto da ver toros en su integridad y a la vez toreros para jugársela sin importar el sitio donde sucede. El evento fue en Bargas, provincia de Toledo, donde el toro prima por encima de cualquier otra circunstancia del mundo del toro. Solo he visto dos corridas en esta población, una hace dos años de Alcurrucén y la de hoy de Adolfo Martín y Monte la Ermita, de una excelente presentación y desigual juego.
En el festejo El Chano en su balcón y los brindis para él. Olé a la terna por el detalle y ovaciones del público al mismo. Como ovaciones a los toros de Adolfo en su salida y arrastre.
Javier Castaño se fajó con un veleto que escobilló los pitones de salida en el burladero. Bien a la verónica apretando mucho el de Adolfo. Clavó Adalid sus dos primeros pares saludando y asomándose al balcón. La faena fue intermitente, sometiendo bien al toro que al tercer muletazo buscaba tobillos ó lo que fuera. Castaño lejos de amilanarse se entonó para enjaretar dos tandas al natural de temple y dominio. Los de pecho obligados mas deslucidos. El final con ayudados por bajo. Estocada entera arriba y descabello para oreja.
Su segundo, que apretó en el capote, recibió dos varas fuertes pero con mucha clase. Dos nuevos pares de David Adalid, el primero estuvo a punto de agarrarlo en la tronera y el segundo espectacular, recogió y saludó a una de las mayores ovaciones del festejo. La faena fue digna del propio Madrid, series con la derecha de mando y temple, mejores al natural. El hocico del animal oliendo albero y Javier Castaño toreando y templando. Los derechazos mandones y la figura compuesta y sin ventajas. Estocada para dos orejas.
Serafín Marín recogió de salida y llevó a los medios tapado y enseñando sus credenciales de torero experto y curtido en mil batallas. Esta sería sin duda otra más. Tras un comienzo dubitativo, Marín enseñó a embestir a su enemigo. Las series salieron limpias y templadas. Se quedaba corto el toro y de uno en uno aquello tuvo vuelos. Mal con la espada, escuchó palmas.
Su segundo, un tío de verdad, fue el más complicado de los Adolfos aunque Marín estuvo allí jugándose el tipo para ligar a base de insistir. Lo logrado tuvo mucha importancia, tanta ó más que una faena de ir y venir, el catalán estuvo por encima del toro. Estocada baja y descabello para vuelta al ruedo.
Gómez del Pilar se le espera siempre y hoy tuvo dos novillos toros que fueron a contraestilo. Todo le costó una inmensidad y probó por todos los medios. Largas en el tercio de rodillas, en comienzo de faena y muchísima voluntad. Estuvo en novillero y por encima del lote. Enrique Martínez “Chapurra” realizó un quiete la verónica, rematando con una media ajustada. El toro no se prestó a más, ayer en Bolaños Chapurra dejo su sello personal de excelente sobresaliente y hoy repitió acción. Del Pilar conjugó escenas de valentía, con otras de estar muy al hilo del pitón. El toro tenía lo suyo. El pinchazo previo a la estocada resto meritos, oreja.
Dos más se llevó de su segundo, porfiando y arriesgando. El público así lo reconoció. Lo mejor el quite por chicuelinas y la media. El comienzo de rodillas en el centro del ruedo muy arriesgado para la poca lucidez que allí hubo. Luego bien con la zurda en tres series donde todo lo puso el novillero. La vuelta a la derecha no tuvo la misma relevancia. Finalizó con redondos y buena estocada para dos orejas en premio excesivo.
Ficha del festejo:
Corrida mixta.
Lunes 17 de septiembre. Plaza de toros de Bargas (Toledo). Algo más de media entrada.
Se lidiaron cuatro toros de Adolfo Martín, de excelente presentación y nobles. Destacando los tres primeros que fueron aplaudidos en el arrastre por su transmisión y nobleza. El quinto complicado y difícil. Y dos novillos de Monte la Ermita desrazados.
Javier Castaño: oreja y dos orejas.
Serafín Marín: Ovación y vuelta al ruedo.
Gómez del Pilar: oreja y dos orejas.
Salieron en hombros Javier Castaño y Gómez del Pilar.
Presenció el festejo en su silla de ruedas el subalterno “El Chano”.