Cargando...La Oficina de Información al Consumidor de la Mancomunidad de Aguas “Río Algodor”, con sede en Villacañas, pide precaución a los usuarios de gas butano ante las revisiones periódicas que han de hacerse en la instalación del hogar por un profesional recomendado por la compañía que le suministra habitualmente. En ningún caso, incide la OMIC, “ningún usuario tiene el deber u obligación de dejar pasar a nadie a su casa, aunque este le exija que tiene que cumplir con la revisión”.
Estas advertencias se realizan por el organismo de la institución mancomunada debido a que han llegado hasta sus oficinas varias denuncias de usuarios de Villacañas, Tembleque, Mora y Quero, en las que se exponía que una empresa de revisión de instalaciones de gas se personaba en su casa para revisar la cocina, calentador y todos aquellos electrodomésticos que utilizan gas butano.
Además, se contaba que se habían cambiado reguladores o manorreductores de corte de suministro, el que lleva la manecilla para abrir y cerrar el gas, alegando que estaban caducados sin más. Desde la OMIC se asevera que no existe ninguna norma u obligación de cambiar dicho artilugio por tiempo reducido, ya que estos no caducan. No ocurre así en las gomas que, en su caso, llevan impreso en las mismas la fecha en que debe cambiarse preferentemente.
Pero lo más importante que quiere advertir la OMIC de la Mancomunidad de Aguas Río Algodor es que, en ningún caso, los usuarios que reciban la visita para revisar sus instalaciones, deben dejar entrar a nadie a su casa si no están seguros de que les toca esa revisión por su instalador habitual, y mucho menos, dejarles pasar si estos insisten de forma reiterada, alegando que, por ley, están obligados a revisar su instalación.
Por otro lado, la OMIC quiere hacer patente que la revisión de las instalaciones de gas butano sólo la pueden efectuar profesionales autorizados, y que, lo más normal, es que la empresa suministradora se ponga en contacto con el cliente para concertar cita antes de personarse en su domicilio. Al finalizar la misma, estos les extienden una hoja que sirve como certificación de que todo está bien y lo que se ha sustituido en su caso, indicando cuándo debe hacerse la próxima visita que está en torno a los cinco años.
Con estos consejos, la OMIC del Algodor quiere alertar a la población ante posibles intentos de estafas como los que se han denunciado en las oficinas de este organismo, en el que, pese a presentar el usuario el certificado suministra el gas en el que se indicaba que se había realizado hace seis meses, se le ha cobrado un dinero que no tenía por qué haber pagado.
La OMIC de la Mancomunidad, ante estos casos, quiere insistir en que las revisiones periódicas sólo las pueden hacer técnicos autorizados, que tienen la obligación de identificarse, y nunca pueden obligar al usuario a dejarles entrar en su domicilio si este no quiere o no está seguro que le toca realizarla. Mucho menos le puede cambiar componentes sin más, si no alega las razones por las que debe cambiarlos, ya sean reguladores, gomas o cualquier otro elemento de la conducción doméstica de gas butano.
Pero lo más importante y que los usuarios deben tener en cuenta, es que:
Primero: Los técnicos deben presentar un presupuesto previo de la revisión, actuaciones y/o reparaciones en su caso que se vayan a ejecutar, antes de ser realizados en cualquier caso.
Segundo: Que este presupuesto debe ser aceptado y firmado por el consumidor antes de proceder a esas acciones que se detallan y que deben aparecer claras y con la cantidad de coste final, IVA incluido. En el caso de que no se acepte dicho presupuesto, no se debe hacer ningún trabajo. Si se acepta y firma el mismo, se procede a la intervención por parte del agente revisor.
Tercero: El técnico siempre debe entregar el material cambiado (regulador o manorreductor, gomas u otros componentes), al usuario.
Cuarto: El cliente, en todo caso, puede aceptar que arreglen todo o parte de los trabajos indicados en el presupuesto previo, y también puede no firmar el contrato de mantenimiento si el consumidor tiene ya uno vigente.
Posteriormente, el cliente, al pagar si se han llevado a caso todos los pasos anteriores, debe exigir factura de todo lo que se ha hecho en su instalación, antes de efectuar el pago.
