La plaza de la Constitución de Ciudad Real ha servido de escenario para la celebración de un acto con motivo de la celebración del Día Internacional contra la Violencia de Género. La unidad institucional y política ha sido la tónica esta mañana, tal y como ha resaltado la presidenta del Foro Provincial de Políticas de Igualdad de Género, la diputada provincial Lourdes Galán, quien ha dado lectura a un manifiesto que ha sido consensuado en el seno del citado órgano, que ha contado con la colaboración de la subdelegación del Gobierno.
Al acto ha asistido la práctica totalidad de la Corporación provincial, encabezada por su presidente, Nemesio de Lara, y por José Alberto Martín-Toledano, portavoz del grupo popular, el subdelegado del Gobierno en funciones, Miguel Lacruz, concejales y concejalas, diputados regionales y nacionales, senadores, representantes de partidos políticos y de asociaciones, y público en general.
Tras dar lectura al manifiesto, Galán ha pronunciado el nombre de cada una de las 54 víctimas de la violencia machista y también se ha recordado a los cinco niños que han sido asesinados en lo que va de año. A medida de que iban siendo nombradas, una persona se ponía una máscara blanca.
Tras la suelta de 54 globos blancos, un terceto compuesto por un alumno y dos alumnas del Conservatorio de Música han interpretado varias piezas de música clásica en recuerdo de las mujeres que han fallecido a causa de la violencia machista.
El manifiesto al que ha dado lectura la presidenta del Foro Provincial de Políticas de Igualdad de Género dice como sigue:
El Foro Provincial de Políticas de Políticas de Igualdad de Género, en el que están representadas instituciones, corporaciones, partidos políticos, sindicatos y asociaciones, quiere mostrar públicamente su rechazo más contundente y rotundo a cualquier tipo de violencia de género coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
«La Violencia contra la mujer constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz». La resolución mediante la cual la Asamblea General de Naciones Unidas declaró en 1999 el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer incluye ésta y otras afirmaciones de capital importancia como que «los derechos humanos de las mujeres y de las niñas son una parte inalienable, integral e indivisible de los derechos universales».
Por violencia contra la mujer se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, así como las amenazas, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada.
Que hoy estemos aquí es la prueba más palpable de que la injusta muerte de las hermanas Mirabal, las activistas políticas dominicanas que fueron asesinadas por la policía secreta de Trujillo, logró remover la conciencia internacional en 1981. Pero el avance es lento, han pasado muchos años y el camino que hay por delante se prevé largo y sinuoso.
Por eso las instituciones y la sociedad en general han de remar en la misma dirección, dejando de lado las diferencias, porque se trata de trabajar la prevención fomentando los valores positivos desde la igualdad y el respeto en todos los ámbitos de la vida.
Tristemente, cada año volvemos a reunirnos para seguir lamentando la violencia que se sigue ejerciendo contra las mujeres, por el mero hecho de su género. Podríamos dar muchas cifras que evidencian esta realidad, violencia de distinto tipo y grado, ejercida sobre diferentes mujeres, de todas las edades, de cualquier etnia, perteneciente a diferentes clases sociales, y que se produce en el ámbito laboral, personal y social.
Pero hoy nos vamos a quedar con una única cifra, 54 mujeres han muerto en nuestro país, en lo que va de año, a manos de sus maridos, novios, pareja, exparejas, en definitiva, a manos de sus verdugos. Pero claro, las cifras no son únicas, no sólo son estadísticas, no son 54 víctimas, los números siempre esconden más que evidencian. Detrás de estas cifras, mostrándonos la verdadera dimensión del drama que vivimos diariamente, están los hijos y las hijas de las víctimas, su familia, sus amigos y amigas, sus compañeros y compañeras de trabajo…
Estamos aquí para denunciar y condenar el maltrato físico, que deja marca y duele; el maltrato y control económico; que humilla y somete; el abuso verbal y maltrato psicológico, que destruye y anula la individualidad y el maltrato sexual, que cosifica.
Es preciso comenzar por la educación y por la concienciación a edades tempranas. Así se puso de manifiesto en el Grupo de Educación que trabajó de forma sectorial en el seno del Foro Provincial sobre Políticas de Igualdad de Género, a cuyos integrantes que ya no están le reconocemos su trabajo y a los nuevos que se han incorporado agradecemos su contribución y futura dedicación.
No basta con lamentarse cuando una mujer sin rostro ocupa los espacios más relevantes de los medios de comunicación porque ha sido asesinada. Hemos de asumir una responsabilidad mucho mayor en las instituciones, pero también hay que combatir el mutismo y la pasividad en nuestros círculos más próximos. Hemos de impedir que alguien haga daño amparado en el silencio de la víctima y de quienes la rodean.
Especial atención merecen las mujeres víctimas de Violencia de género discapacitadas, inmigrantes o menores de edad.
Insistimos en que hay que seguir potenciando la aplicación de la Ley contra la Violencia de Género con medidas concretas: facilitar la denuncia, el asesoramiento y la atención a las víctimas, desde la cooperación interadministrativa que implica a los servicios jurídicos, asistenciales, policiales, médicos, psicológicos, de acogida, y medidas para la inserción sociolaboral y económica.
En definitiva se trata de concretar el compromiso desde tres campos de actuación básicos: el de la prevención, el de la coordinación y el de la protección.
Con el deseo de que en el futuro no haya ningún motivo para conmemorar el día 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y con el convencimiento de que no deben existir barreras ideológicas ni políticas ni sociales que pongan freno a una lucha común contra la violencia sexista, el Foro Provincial de Políticas de Igualdad de Género ha consensuado esta Manifiesto.