Artesanos del hierro, la madera, la arcilla, el encaje, el cuero, la piedra o fimo, entre otros y de localidades como Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y Herencia se han constituido recientemente en asociación para defender sus intereses y hacer actividades y la primera de ellas es el Mercado Navideño de Artesanos que celebrarán en la terraza del Centro Cívico de Alcázar del 22 de diciembre al 5 de enero. Una actividad “preparada con poco tiempo pero con mucha ilusión” con la que se pretende dar la oportunidad de conocer los oficios de estos artesanos y comprar los productos que elaboran, según declaró la concejal de Turismo, María José Fernández, quien ha contribuido en la realización de esta actividad que incide en la intención de que comercio y turismo caminen de la mano junto con la hostelería para ofrecer un paquete más completo al visitante. Fernández animó a comprar “productos que no se encuentran en otros sitios” en el Mercado Navideño de Artesanos que para próximas ediciones se pretende instalar en la Plaza de España.
La Asociación de Artesanos surgió hace un mes con carácter comarcal y ha establecido su sede en Alcázar de San Juan. En estos momentos cuentan con socios de este municipio y de los de Campo de Criptana y Herencia. En total suman una quincena, aunque existe una previsión inmediata de crecimiento de unos diez más.
Así lo aseguró su presidente, Rafael Fermín quien puso en conocimiento de los medios de comunicación las actividades que tienen previsto desarrollar. La más inmediata este mercado navideño, pero también tienen en mente poner en marcha mercados medievales como el que ya se realiza en Alcázar y con el que pretenden colaborar o incluso organizar, y trabajar en otros como un mercado cervantino y participar en actividades ya programadas como la Noche de los Museos. También harán cursos, conferencias y todo lo que propongan los asociados.
El perfil de los artesanos que venderán sus productos en este Mercado Navideño es muy diverso y si bien “todo ha evolucionado en esta época globalizada, la artesanía se conserva más en los pueblos pequeños” y en la zona manchega hay un buen ramillete de jóvenes artesanos entre los que predominan los que trabajan la cerámica, pero hay muchas disciplinas, incluso el fimo, que consiste en trabajar una especie de plastilina que conserva los colores y después endurece tras modelar distintas figuras.
Rafael Fermín reconoció que hoy en día es muy difícil vivir de la artesanía y casi nadie se dedica a ello como primera actividad o si lo hace, tiene el apoyo de otros ingresos, por eso insistió en la necesidad de que la sociedad apoye este arte y se beneficio de sus resultados comprando sus productos en este mercado navideño.








































































