Este año, primero que hace el Voto Diego Ortega, el alcalde hizo un saludo frente a la Imagen de la Inmaculada para después hacer la renovación del Voto, si bien no en el mismo sentido que cuando se inició esta tradición que el alcalde de entonces pidió intercesión para acabar con una plaga de langosta que asolaba los campos, sí para pedirle a la Virgen que “nos ilumine para luchar contra la lacra que vivimos hoy que es el desempleo” y la crisis económica.
Ortega recordó que más allá del significado de la crisis, existen “muchas familias que lo están pasando mal” a causa del paro por lo que pidió que la Inmaculada interceda para que “no caigan en la desesperanza y puedan salir adelante”. También para las personas sin hogar y sin recursos tanto por la falta de trabajo como por “la incomprensión de la sociedad”.
Esta es la segunda lacra para la que el alcalde quiere acabar con la ayuda de la Virgen, porque además de la crisis económica, “estamos inmersos en la crisis de la pasividad y de la indolencia, en una crisis de valores que es vergonzosa y que nos ha llevado por el camino de la individualismo, olvidándonos del que más nos necesita”.
Asimismo, solicitó a la Inmaculada Concepción ayuda para salir de esa individualidad y ayudar al resto de personas y añadió que Alcázar de San Juan deposita su confianza para construir una ciudad más solidaria, un instrumento de paz en el que poner amor donde hay odio, fe donde hay duda, esperanza donde hay desesperación y alegría donde hay tristeza, parafraseando la oración de San Francisco. El alcalde terminó su intervención indicando que cuando “se da se recibe y que perdonando se es perdonado”.
La renovación del Voto de la Inmaculada se realiza durante el desarrollo de la misa en la Iglesia de San Francisco a la que asistieron numerosos alcazareños, así como una importante representación de los miembros de la Corporación municipal, principalmente del equipo de Gobierno. También estuvieron representantes de las hermandades y cofradías de la ciudad y la interpretación musical corrió a cargo del Coro de San Francisco.