La ventana a ningún lugar. Cuando, donde no encuentras respuestas
“Una vez más, de nuevo y en silencio, vuelven a aparecer los fantasmas que hay en mi cabeza. Me atormentan, me persiguen, me llevan a ningún lugar. No encuentro ninguna salida y mi única escapatoria es afrontar de la manera más dolorosa que pasa por mi mente, y aun así, dolerá menos que continuar así. No puedo más, no quiero intentarlo de nuevo, no sé cómo combatir esta angustia que invade todo mi ser. Ya ni recuerdo cómo eran aquellos días de alegres, sin más preocupaciones que las meramente existenciales. Reír. Reír mucho. Ser feliz”
No es ningún testimonio exacto, ni verídico, ni siquiera atribuible de forma perenne a una única persona. Pero si recoge algunos de los pensamientos que rondan en las cabezas de aquellos con ideas suicidas. Aquellas personas que piensan que sus problemas no tienen solución y planean tomar una decisión irreversible para una situación temporal y que probablemente tenga soluciones alternativas, pero en ese momento concreto no lo pueden ver.
Y no, todo esto no viene porque si, no surge de la nada. Esta nota de prensa responde a la necesidad por frenar uno de los grandes problemas que nos vienen asolando en los últimos años, en estos momentos tan convulsos, tan acelerados, tan cambiantes, tan extraños y tan raros.
Podemos hablar de una pandemia y solo hay que fijarse en los datos. España es el país con más consumo de ‘benzodiacepinas’, fármacos con función ansiolítica dentro de la Unión Europea. Lideramos también los rankings en diagnósticos y problemáticas en torno a salud mental. Y por supuesto, somos uno de los países que menos invierte en su atención y prevención. Y aun así, hablamos de una pandemia silenciosa. Un número elevado y orbital que no para de crecer en silencio. No es más que una sección en el telediario el que se le suele dedicar, y de vez en cuando. Qué oportuno seria que se tratara como el resto de problemas que azota a nuestra sociedad (violencia de género, conducción bajo los efectos de sustancias tóxicas, cancer…). Incluso la cara más visible de todo esto, el suicido, sigue siendo invisibilizado como si de un problema menor se tratara. No hay más que recoger los datos de las últimas estadísticas para saber que todas ellas, coinciden en que es la primera causa de muerte por factores externos, por encimas de los accidentes de tráfico; y que es un porcentaje que no deja de crecer en los últimos años.
El suicidio se mantuvo como primera causa de muerte externa, con 1.967 fallecimientos (el 75,2% de ellos fueron hombres y el 24,8% mujeres) en el primer semestre de 2023 – INE – https://www.ine.es/prensa/edcm_2022_d.pdf
El número de suicidios en España no deja de crecer. En el 2022 murieron por suicidio 4.227 personas; son casi 650 víctimas más que en 2019, antes de la pandemia. Son datos del Instituto Nacional Estadística. De media, cada día fallecen por suicidio en España 12 personas. El 75% son hombres, lo que triplica al número de mujeres. También afecta a jóvenes, siendo 87 personas de menos de 20 años los que murieron por suicidio en 2022. – RADIO SER – https://cadenaser.com/nacional/2023/12/19/los-suicidios-aumentan-un-17-desde-lapandemia-cadena-ser/
El mes pasado una persona socia y colaboradora de la Asociación Luz de la Mancha vivió en su propia familia un suicidio, algo que nos conmueve a todas aquellas personas que la conocemos. Esto nos hace ver, una vez más, que la salud mental es la eterna olvidada. Tenemos un problema ante el cual necesitamos reaccionar. La depresión, ansiedad, duelo, son palabras que sabemos que todos vamos a tener que afrontar en algún momento de nuestra vida, y no sabemos con qué grado de dificultad.
Por ello necesitamos que se atienda el sufrimiento, que se generen alternativas para poder encontrar consuelo en una sociedad que nos sostenga, en la que sentirnos escuchados y acompañados. Tener una puerta a la que llamar si la desesperación, el cansancio o la soledad se apodera de nosotros o de algún allegado.
ASOCIACIÓN LUZ DE LA MANCHA