Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Roca Rey reinauguraban el coso de Ciudad Real, tras unas importantes obras de reforma y cinco años sin toros, en un festejo en el que se lidiaban toros de Luis Algarra.
Morante deja una obra de garbo al primero y marra el premio con el acero
De 445 kilos era el primero de Luis Algarra, un castaño bajo de hechuras al que Morante dejó algún detalle capotero. Empujó en la vara el toro y metió bien el pitón izquierdo en la lidia. Tuvo cierto temple y clase el animal, medido en fuerzas, al que dejó series de calidad José Antonio, cuidando el viaje del toro y sometiéndolo en el final de obra, que remató de forma pinturera, en un final de faena con dos derechazos a pies juntos de canela fina. Obra corta y medida de Morante, con detalles muy personales. La acabó por ayudados y un molinete al natural de pleno garbo. No le humillaba cuando se cuadraba con el acero, y al final acabó por dejarle una estocada caída que requirió de descabello, marrando con el acero el premio. Ovación.
De Justo apuesta por la corta embestida del segundo y una media espada le quita la oreja
Más metido en kilos el segundo, un castaño de 525 kilos al que le meció bien la capa Emilio de Justo. Y lo cuidó en los primeros tercios un torero que brindó al ganadero colombiano Coco Molina. Obra muy firme de De Justo, que se impuso a la condición de un toro de embestida más bruta y a menos. Toro por el que había que apostar, porque cada vez se agarraba más al piso, y aunque su embestida era noble y humillada, su viaje cada vez era menor. Y lo hizo el extremeño cruzándose y buscando el pitón contrario, dejando muletazos de mucho mérito especialmente al natural. Pero una media espada y el fallo del tercero con la puntilla le quitaron el premio. Ovación tras aviso.
El ralentí y el gobierno de Roca Rey se la forman al flojo tercero, pero lo pincha
Bello el sardo tercero, bajo de estampa, pero tocado de los cuartos traseros y de floja condición. Se le caía ya al suave toque capotero de Roca Rey, que le bajó la mano con temple por tijerillas antes de acercarlo al caballo y, tras la vara, por verónicas de sumo gusto, pero con el defecto de la falta de fortaleza del animal. No brindó al toro, mas fue componiendo una obra de pausado trazo por la derecha en las dos primeras series, y al natural compuso con ralentí y gobierno. Se dio un arrimón de órdago, pasándoselo incluso por detrás en el cierre de obra, pero lo pinchó. Y se echó del mismo pinchazo el endeble animal.
La reinauguración de Ciudad Real hace sonreír a Morante: importante faena al cuarto
Y Morante hizo el toreo de verdad ante el cuarto, un toro de noble condición de Luis Algarra tras el que se le pidió las dos orejas a Morante de la Puebla, pero el palco lo dejó en una. Importante obra de José Antonio, que no pudo estirarse a la verónica pero ya dejó su sello personal en el inicio por la derecha. Y fue construyendo una faena de sumo gusto y ralentí por ambos lados. Se le vio muy a gusto a Morante, que se asentó en series por ambos lados de toreo pausado. Y la estocada en lo alto puso en su mano la oreja con fuerte petición no atendida de la segunda.
Emilio de Justo, cumbre en el quinto, al que pincha
Se estiró con sumo gusto de capote Emilio de Justo para saludar al quinto, un toro también bajo y más terciado pero al que dejó su sello a la verónica. Y luego en las chicuelinas de manos bajas del quite, de gran calado arriba. Al tendido brindó, echándose de hinojos en el centro del anillo e iniciando faena de la rodillas. Y dejó una faena de plena entrega y de toreo de gusto por ambos lados. De menos a más la faena, asentado, con gobierno y llegando con fuerza al tendido ante la brava condición del de Algarra. Y acabó ganándole un paso al toro en una serie a diestras de plenitud. Las manoletinas con el compás abierto pusieron el broche, pero no la espada, porque pinchó al animal. Una lástima. Vuelta al ruedo.
Roca Rey pincha una gran faena al sexto y corta una oreja
Roca Rey dejó una lidia de suma importancia al sexto, un toro que tenía prontitud y entrega pero que no terminó de romperse por abajo. Y a media altura logró una faena de altos vuelos Andrés, que antes ya había apostado por mecer con mucho gusto la capa a la verónica de recibo y en el quite. Y en faena, que se lo pasó por detrás para iniciarla, ralentizó el trazo y supo tocar las teclas del toro el peruano, al que el acero le quitó el segundo premio. Una oreja de ley para Roca Rey.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Ciudad Real. Corrida de toros de reinauguración de la plaza. Lleno en los tendidos.
Toros de Luis Algarra. De noble condición pero algo falto de fortaleza el bajo primero; de media embestida pero de cierto viaje humillado el segundo; de floja condición el sardo y endeble tercero; de noble condición a menos el cuarto; Bravo el buen quinto; De duración y buen tranco pero a media altura el sexto
Morante de la Puebla, ovación y oreja
Emilio de Justo, ovación tras aviso y vuelta al ruedo
Roca Rey, silencio y oreja
Cuadrillas. En el primero, fue ovacionado Curro Javier tras un gran tercio de banderillas.