Los medios de comunicación “han sabido conectar a la familia”, pero a la vez se han convertido en “su propio enemigo”, porque si bien antes se veían programas juntos y después se comentaban, ahora “cada uno habla con sus propios aparatos”, afirmó Pérez Tomé en alusión a los dispositivos electrónicos actuales que aíslan a cada persona con su terminal móvil o informático.
Para invertir la situación de “deterioro” que, a su juicio, ha sufrido la comunicación en la familia, la experta propone un cambio de mentalidad en cuanto al trato humano y el ocio familiar, reservando tiempo para que toda la familia esté junta “porque así se registran buenos momentos” que después puedan conservarse en la memoria. En este sentido, insistió en la “importancia de tener experiencias juntos y favorecer la comunicación a través del ocio”. A ello hay que sumarle otras medidas como la limitación del uso de los aparatos tecnológicos de comunicación y pasar momentos lúdicos entre padres e hijos, en los que los progenitores deben actuar de una manera “emocionalmente estable y no dejarse llevar por calentones que hacen decir lo que piensan o lo que sienten, sin racionalizar”. Para pasar por ese proceso de racionalización, la comunicación “es básica”.
En la mejora de la comunicación en la familia, existe una “base fundamental” que es la relación entre iguales, por ejemplo entre los miembros de la pareja o de hermano a hermano y en opinión de Sara Pérez Tomé son “importantes las formas, pero también el fondo” por lo que “es necesario que se produzca una transmisión de valores” a través de la comunicación. Según expresó “no sirve que los padres digan que las cosas se hacen de una determinada manera “porque lo digo yo”, sino que exista un razonamiento de por qué quiere que se hagan así y que eso es así porque lo que persigue con ello es lo mejor para su hijo”.
“HAY QUE BUSCAR EL MOMENTO”
A pesar del ritmo de vida actual, la pedagoga asegura que “todos debemos encontrar tiempo” para favorecer la comunicación familiar, “porque la familia es nuestro principal negocio”. Por eso propone la creación de un horario de comunicación que podría ser mientras se come u otros “momentos distendidos y en situaciones de confort, porque estas circunstancias son más favorecedoras”. A la vez insiste en la necesidad de renunciar por un tiempo a las nuevas tecnologías en pro de esta comunicación familiar.
El hombre es sociable por naturaleza, por lo que “cuanto más enriquecedora sea su experiencia familiar”, más positivas serán sus relaciones. Cada familia tiene su propio modelo y debe ser capaz de transmitir sus valores. El modelo de familia es de los padres con sus hijos, por lo que los progenitores son los que deben transmitir esos valores que consideran adecuados, aseveró.
En este punto se refirió también a los conflictos que pueden ocasionarse con la familia política, teniendo en cuenta que “nos movemos más por emociones que por pensamientos y ya hay establecidas etiquetas que hay que vencer”. Ante esta situación, Pérez Tomé indicó que en el momento en el que se forma una pareja, el resto de personas no son las elegidas, sino que están ahí porque “tú te has casado con una persona”. Por eso aconseja crear un protocolo en el cada uno de los miembros de la pareja se encarga de hablar con sus familiares.
Las circunstancias geográficas y las costumbres de los territorios también influyen en la comunicación de la familia. Después de haber vivido en una situación de matriarcado porque eran ellas las que estaban en casa o de patriarcado porque el nivel cultural de la madre era bajo, la incorporación de la mujer al mundo laboral, ha hecho que se genere una situación de “paternidad global” y se ocupen del núcleo familiar tanto el padre como la madre, “pero no al 50%, sino que es necesario que cada uno dé el 100% de lo que pueda dar y que esto esté pactado entre ambos”. Para todo ello la pareja debe “estar muy unida y no desautorizarse el uno al otro, porque eso hace daño a la comunicación”.
Además hay situaciones que favorecen en mayor o menor medida la comunicación en la familia como es sentarse en una mesa alargada o redonda. La segunda es más favorecedora de la comunicación y después “todo es bueno para comunicarse o incomunicarse”, pero “el secreto es que todas las parejas deben dedicarse un minuto al día” y utilizar, en este caso sí, el móvil o el ordenador para enviar un mensaje afectivo para que sepa que te acuerdas de él o de ella. También considera positivo que padres e hijos mantengan algún tipo de conexión a lo largo del día hasta encontrarse físicamente.
Pilar Atienza | Alcázar de San Juan 14/02/2013
La experta en Comunicación y orientadora educativa Sara Pérez Tomé participó como ponente en la última conferencia organizada por la Asociación Cultural El Sosiego de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) con el fin de explicar la importancia que tiene la comunicación en la familia, en la que a pesar del cambio de mentalidad que ha abierto la comunicación internamente, se encuentra ahora con la individualización que producen las últimas tecnologías.
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