Las encuestas no dejan de dar la voz de alarma: los menores cada vez se inician antes en el consumo de alcohol y ciertas drogas. Y a ello se suman nuevas adicciones como son los videojuegos, las redes sociales e incluso el juego.
Según el último informa ESTUDES (Encuesta sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España), el alcohol sigue siendo la droga más consumida por los jóvenes, y la edad de inicio en el consumo se sitúa en 14 años. A él le siguen el tabaco y el cannabis. Pero tan preocupante como este dato es que casi el 70% de los menores en el caso del cannabis, y entre el 93 y el 95 % en el del tabaco y el alcohol, ven muy fácil adquirirlos.
Pacientes cada vez más jóvenes
Hoy ya no es anecdótico que jóvenes que apenas han salido de la adolescencia ingresen en un centro de tratamiento de adicciones. No hay que olvidar que, en su caso, la edad es un factor que juega en su contra. No han alcanzado la madurez, aún están forjando su personalidad y una adicción puede determinar de manera muy negativa su trayectoria escolar, su integración en la sociedad y su desarrollo emocional.
De ahí la importancia de una detección precoz que permita iniciar cuanto antes un tratamiento para dejar las drogas. En casos graves, el ingreso en un centro especializado puede ser la única salida, pero también cabe la posibilidad de recibir atención de manera ambulatoria. Pero sean cuales sean las circunstancias, la implicación de la familia, precisamente la que más sufre con la adicción de un miembro joven, es fundamental.
Y no solo en drogas, también en lo que al uso compulsivo de internet se refiere, la detección precoz es fundamental. De hecho, la mencionada encuesta señala que hasta un 2,9% de la población presenta este problema y que su prevalencia es 7 veces mayor en jóvenes de entre 14 y 18 años. Pero ese abuso de internet no está aislado, sino que se asocia también a mayor consumo de alcohol y cannabis.
Señales de alarma que no se deben pasar por alto
Nunca es fácil ocultar una adicción, mucho menos en jóvenes.Cambios de comportamiento, mayor agresividad, rebeldía, bajo rendimiento académico, pérdida de peso injustificada o alteraciones del sueño son síntomas a los que los padres deben estar muy atentos.
En ocasiones se pueden achacar a la propia adolescencia, pero no debe convertirse en una excusa para los progenitores. Intentar dialogar con el joven, buscar información en su entorno y pedir ayuda profesional si todo indica que sufre una adicción, del tipo que sea, son los primeros pasos en un proceso que puede ser largo y doloroso, pero se debe iniciar cuanto antes.
Hoy en día existen infinidad de recursos, de terapias y de centros para detectar y tratar las adicciones entre los más jóvenes. El tratamiento precoz evita que puedan caer en un pozo del que más adelante les será mucho más complicado salir y que puede condicionar gravemente su futuro. Y ya no se trata solo de alcohol o sustancias estupefacientes, sino de algo que tienen mucho más a su alcance, como son las nuevas tecnologías.
manchainformacion.com | Salud & Farmacia 28/08/2020
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