Psicología del Diseño de Casinos: Orígenes y Primeras Implementaciones
Todo el mundo conoce la palabra casino, pero pocos saben que deriva del italiano casa, que significa... casa. En el siglo XIX, este término englobaba una amplia gama de edificios públicos que ofrecían actividades placenteras. Cosas como espectáculos en vivo, bailes y juegos de azar. En Italia moderna, la palabra se aplica sobre todo a los burdeles, y casino, con acento, se reserva para los salones de juego.
Estos locales, tal y como los conocemos ahora, aparecieron en Estados Unidos a finales del siglo XIX. El Casino de Newport, en Rhode Island, fue uno de los primeros ejemplos de local construido exclusivamente para juegos de azar, entre 1879 y 1881. Sin embargo, este sector, en Estados Unidos, no empezaba a florecer hasta mediados del siglo XX.
Durante los años 60, los magnates de los negocios de Estados Unidos trataron de aprovechar las leyes de juego de Nevada construyendo hoteles-casino por todo el estado. Con el crecimiento del número de estos locales, también aumentó el número de turistas. Por lo tanto, los operadores tuvieron que elaborar estrategias para mantener a los jugadores activos en sus pisos participando en actividades de apuestas.
Empezaron con la forma en que planificaron arquitectónicamente sus áreas de juego que se ven dominadas por los juegos de giro de carrete. Estos productos no difieren drásticamente en comparación con los diseños de las tragamonedas online.
Pisos Diseñados para Desorientar
Bill Friedman es un ex profesor de gestión de casinos en la Universidad de Nevada Las Vegas y presidente del Friedman Management Group.
La empresa se especializa en la psicología del diseño de casinos, la gestión, las operaciones y los problemas de marketing para el sector de la hostelería.
Friedman es también autor del libro Designing Casinos to Dominate the Competition, publicado en 2000. En este libro, expone años de investigación para determinar los principios de diseño específicos que los operadores de juegos de azar aplican para mantener a los jugadores en sus salas durante largos periodos de tiempo.
Todo empieza con la construcción de una estructura de tipo laberíntico que puede desorientar fácilmente a los visitantes. La ciencia demuestra que los pasajes pequeños y sinuosos hacen que la gente quiera explorar más, mientras que las áreas extensas reducen la línea de visión, confundiendo a la gente con respecto a dónde moverse a continuación.
Debido a las limitaciones arquitectónicas, el espacio de los casinos de dinero real ha de ser creativo y hay que diseñar pasillos con sus productos de juego. Si un jugador tiene que hacer un largo recorrido plagado de emocionantes oportunidades de juego a cada paso, es más probable que intente aprovechar una o localice una máquina que le llame la atención.
Los laberintos siempre prevalecen sobre los pasillos rectos. Así, los giros bruscos cada dos docenas de metros tienen prioridad sobre los pasillos largos. Además, los techos bajos ganan a los altos. Como ya se ha dicho, el objetivo es que los jugadores sientan que se han encerrado en una zona plagada de posibilidades de juego.
El Concepto del Patio de Recreo
Sin embargo, aunque muchos creen que los conceptos esbozados por Friedman son válidos y han tenido éxito, el diseñador nacido en Las Vegas Roger Thomas rebate muchas de las teorías de Friedman.
El pensamiento de Thomas implica lo que él llama un concepto de patio de recreo. Esta psicología de diseño de casinos incorpora techos altos, ofertas y bonos de casino, glamurosos vestíbulos amplios y una decoración lujosa. Su estrategia no consiste en desorientar a los visitantes y bombardearlos con opciones, sino en hacerles sentir que forman parte de algo grandioso.
La idea que subyace a sus diseños es que estar rodeado de opulencia puede animar a los jugadores a realizar gastos arriesgados, y el fastuoso escenario puede actuar como anestesia para adormecer las decepciones de los invitados cuando incurren en pérdidas.
Estimulación Visual y Decoración
La mayoría de los aficionados al juego te dirán que los casinos se diferencian de otros locales de hostelería por la ausencia de relojes y ventanas en sus paredes. Esto es así porque los operadores quieren que la gente pierda la noción del tiempo, que no se estrese por los compromisos externos y que se dedique al 100% a sus actividades de juego.
En las paredes del casino no debe haber nada que no esté relacionado con el juego o que no anuncie un evento que se esté celebrando en el local. Cuanto menos material promocional haya, mejor. Una publicidad mínima fomenta la sensación de intimidad.
El rojo aterciopelado, el amarillo tímido y el marrón cálido son tenues y acogedores. Al mismo tiempo, dan la ilusión de que las luces de la calle son nocturnas, lo que hace que los jugadores estén más dispuestos a apostar. Por ello, los operadores suelen optar por papeles tapiz de estos colores.
Las alfombras de los casinos son cosa de leyenda por su chabacanería. Sin embargo, son un ejemplo deliberado de mal gusto, ya que la mayoría de ellas tienen dibujos parecidos a los del arco iris que implantan inconscientemente la idea de la buena suerte. Además, los visitantes suelen dejar caer bebidas y cigarrillos. En los revestimientos de suelos visualmente ocupados, las manchas son menos perceptibles.
Estimulación Sonora
En los salones de juego se intenta crear un ambiente cálido poniendo música fácil de escuchar y bombeando aromas agradables a través de sus sistemas de ventilación. La combinación de estos elementos provoca una sensación de confort. Los investigadores de la Universidad de Princeton han demostrado que una iluminación y una música suaves pueden manipular las emociones de los jugadores para que apuesten más al hacerles sentir menos estresados.
Los sonidos de ritmo rápido tienden a agitar a los clientes y a aumentar su presión sanguínea. Sin embargo, también puede llevarles a tomar decisiones más impulsivas. Por eso algunos casinos prefieren poner rock clásico.