Nuria Villacañas | Empresa y Formación 18/06/2022
 
 
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A pocos días para la finalización de las clases, la presidenta de ANPE Ciudad Real, Mónica Sánchez de la Nieta, analiza los pormenores del presente curso escolar y adelanta las consecuencias de la entrada en vigor de la LOMLOE, a partir del próximo 1 de septiembre. Una nueva Ley educativa que, tal y como señala “nace sin consenso y sin haber tenido en cuenta la opinión de los profesionales de la educación. Una Ley que merma la confianza, el rigor, el esfuerzo y la vocación del alumnado y profesorado, por lo que está abocada al fracaso como todas las anteriores”. En este punto, Sánchez de la Nieta vuelve a reclamar un Pacto de Estado por la Educación para hacer frente al fracaso escolar.



En pocos días finalizará el curso escolar 2021-2022, ¿Qué balance hace del mismo?

En términos generales, puede decirse que este curso ha sido mejor y más tranquilo que el año anterior teniendo en cuenta que veníamos de dos años muy difíciles marcados por la pandemia. Quizá, lo más negativo, ha sido el déficit de aprendizaje y el bajo rendimiento derivado, precisamente, de los cursos anteriores en los que alumnado, profesorado y familias tuvimos que reinventarnos y optar por la digitalización como herramienta para dar continuidad a las clases.

En cualquier caso, el balance es satisfactorio gracias a la implicación y al trabajo del alumnado, del profesorado y de las propias familias.

Un curso que termina y otro que comienza con novedades como la entrada en vigor de la LOMLOE. ¿Cómo valoran esta nueva Ley educativa?

Lo primero que hay que destacar es que será un inicio de curso difícil para todos. Nos enfrentamos a un año en el que convivirán dos leyes –LOMCE para cursos pares y LOMLOE para los impares, con lo que supone todo ello, especialmente para el profesorado y para la organización de su programación.

Por otro lado, desde ANPE consideramos que la nueva Ley es una equivocación. La LOMLOE nace sin consenso y sin haber tenido en cuenta en su redacción la opinión de los profesionales de la educación.

Es un Ley que lejos de atajar y dar solución al gran problema de la educación en España como es el fracaso escolar, lo incrementará al mermar y no reconocer el rigor, la cultura del esfuerzo y la vocación del alumnado y el profesorado, especialmente a la hora de promocionar. Se está lanzando el mensaje de que todo vale de cara a promocionar y esto es desmotivador tanto para alumnos como para profesores.

Es además una Ley con una gran inseguridad jurídica para el profesorado a la hora de determinar la promoción y la titulación del alumno al no presentar un mínimo de materias para no promocionar, por lo que nos encontraremos con un sinfín de reclamaciones que no sabremos cómo atajar.

Esta Ley lo que viene a demostrar nuevamente es que la educación en España es un arma política y hasta que no seamos conscientes de la importancia y la necesidad de sacar fuera del juego político la educación y de poner en marcha un verdadero Pacto de Estado por la Educación, nos encontraremos con leyes que en lugar de mejorar la calidad del sistema educativo lo perjudican seriamente, como será este caso.

Además de la entrada en vigor de la LOMLOE, el próximo 1 de septiembre, existen otros factores como la eliminación de los cupos COVID que repercuten negativamente en el proceso de aprendizaje del alumnado y en la capacidad docente del profesorado al tener más horas lectivas y un cupo de alumnos muy elevado.

Desde ANPE exigimos medidas urgentes que hagan frente al problema que nos encontramos en las aulas. Los tiempos cambian y es fundamental, además de introducir mejoras como la digitalización, rebajar tanto las ratios como el número de horas lectivas del profesorado para que puedan dedicar más tiempo a su labor docente.

Lo que tenemos claro es que el profesorado, a pesar de estos cambios en la normativa, hará todo lo que esté en su mano para formar en las mejores condiciones a sus alumnos por lo que pedimos a la administración que facilite todos los recursos necesarios para hacerlo posible y conseguir una educación de calidad que forme a nuestros jóvenes en las mejores condiciones.

Este sábado, 18 de junio, se está celebrando la convocatoria de oposiciones de maestros en Castilla-La Mancha. ¿Cuántos profesores hacen falta en la región para, precisamente, atender mejor y con mayor calidad al alumnado? Y ¿Cuál sería la ratio ideal en un aula?

En relación a las ratios no podemos establecer un número determinado porque todo depende del ciclo educativo y de las zonas. Lo que está claro es que las ratios en España son las mismas que hace 30 años y no es lo mismo atender a 20 alumnos que a 30, especialmente si tenemos en cuenta la diversificación y las necesidades y el proceso de aprendizaje de cada uno de ellos.

Por otro lado, este pasado sábado comenzaba el proceso selectivo de maestros en Castilla-La Mancha con una oferta pública de empleo de 1035 plazas. Un número que cumple con el mínimo exigido en la Ley 20/2021 de estabilización del empleo público, fijado en el 8%.

En cuanto al número de profesores que harían falta todo depende de la etapa educativa. Es cierto que con esta convocatoria cumplimos con el 8% exigido en el cuerpo de maestros y no así en el régimen especial o en enseñanzas medias donde todavía no se ha llegado a este porcentaje. Sí, tenemos conocimiento que el próximo año habrá un proceso de estabilización y se podrán convocar plazas por méritos tanto en enseñanzas medias y régimen especial. Esperemos que en 2025 lleguemos a ese 8% de interinidad.

Lo que tenemos claro es que desde ANPE, tal y como venimos haciendo, seguiremos trabajando para consolidar plantillas y para que los centros tengan funcionarios de carrera y no interinos, apostando por la convocatoria anual de oposiciones con un cupo de entre 800 y 1000 plazas, a través de un sistema menos subjetivo que el actual. Queremos un sistema de oposición con otro formato y con pruebas más objetivas.

¿Tiene Castilla-La Mancha un profesorado cualificado?

Sí, aunque como siempre digo todo se puede mejorar y todos podemos y tenemos que mejorar. Los tiempos cambian y tenemos que estar en continuo proceso de aprendizaje. Hace unos años tocó la formación lingüística y ahora toca emplearnos a fondo en la digitalización y las nuevas tecnologías. El profesorado no puede estar al margen de la evolución de la sociedad y si queremos formar a los mejores tenemos que empezar por nosotros mismos.

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