Estos problemas de suministro suelen deberse a problemas en la fabricación o distribución del medicamento, pero también se pueden producir debido a falta de materias primas o por una alta demanda de medicamentos por parte de la población.
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es el organismo encargado de tomar las medidas necesarias para que, cuando se producen estas tensiones en la cadena de suministro, ningún paciente vea interrumpido su tratamiento.
Aquí tienen un peso importante los laboratorios, ya que, si un laboratorio farmacéutico percibe que puede producirse cualquier restricción anormal en el suministro de sus medicamentos, está obligado a informar con antelación a la AEMPS.
Incluso los farmacéuticos disponen de un Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED) para detectar en tiempo real situaciones de suministro irregular. Con esta información se informa tanto a Colegios Oficiales de farmacéuticos, Consejos Autonómicos de Consejos Oficiales de Colegios de Farmacéuticos, AEMPS y Ministerio de Sanidad colaborando en la detección de faltas y adopción de medidas pertinentes para garantizar la continuidad de los tratamientos de los pacientes.
El paciente, el principal perjudicado
Las consecuencias de los problemas de abastecimiento las sufren en primer lugar los pacientes. Pero, además, suponen una importante sobrecarga de trabajo para farmacéuticos, médicos y administraciones sanitarias.
¿Qué puede hacer el farmacéutico?
Aquí el farmacéutico tiene un papel clave sobre todo de información a la población.
El farmacéutico ante una incidencia en el suministro de un medicamento lo primero que hace es informar al paciente de la situación y ofrecerle alternativas terapéuticas adecuadas.
Si se trata de una incidencia debido a la no disponibilidad en la farmacia comunitaria del medicamento solicitado, y si el paciente puede esperar, se solicitará el medicamento prescrito al proveedor a la mayor brevedad y se dispensará tan pronto sea recibido.
Si el medicamento es sustituible, se comprobará en primer lugar si existe un medicamento de igual composición, forma farmacéutica, vía de administración y dosificación y que se ajuste al precio más bajo establecido. Antes de proceder a la sustitución habría que contar con la conformidad del paciente para llevarla a cabo. Si es así, se procederá a la dispensación del nuevo medicamento que irá acompañada de la debida información al paciente asegurándose que conoce el tratamiento prescrito.
Cuando no sea posible contemplar ninguna opción de sustitución, se comunicará al facultativo prescriptor la imposibilidad de dispensación del medicamento prescrito para que valore el cambio por otro medicamento o la posibilidad de tramitar la solicitud del medicamento a través del Servicio de Medicación Extranjera. Otra de las alternativas con las que puede contar el farmacéutico es la de optar por la formulación magistral, para tratamientos individualizados siempre y cuando contemos con una receta oficial para su dispensación.
Rocío Molina Fernández-Bravo
Farmacéutica
Dpto. Servicios Asistenciales/Centro de Información del Medicamento
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ciudad Real