Nadie podía esperar lo que ocurrió en la tarde del domingo en el Estadio Fernando Jiménez Serrano de El Quiñón-Seseña con la disputa de la jornada 20 en el grupo 2 de la Primera Preferente castellano-manchega entre los equipos AD Seseña y el Sporting de Alcázar.

Choque que pasó por muchas fases en tan solo 90 minutos. De la zozobra alcazareña en tan solo 25 minutos de partido, en los que los seseñeros endosaron un 3-0 sin apenas ‘despeinarse’, gol en propia puerta incluido, palo alcazareño en la jugada previa al 3-0 y goles anulados para los locales y visitantes por supuestos fuera de juego…. Todo ello sin ni siquiera haberse cumplido 1/4 de partido.

Tarde soleada aunque gélida por tierras toledanas en un campo situado junto al famoso residencial construido en aquellas épocas de burbujas inmobiliarias, años de la “locura del ladrillo”, como locura fue la que se impregnó en los dos equipos que afrontaban el partido.

De la desesperación del 3-0, que hacía presagiar el peor de los resultados para un Sporting de Alcázar que viene con buena dinámica en los últimos partidos, se pasó a la fe alcazareña con el 3-1 en el minuto 35, golazo de Antonio Avilés. El defensa sportinguista fue el que guió a los suyos hacia la posible remontada. 3-1 con el que los jugadores se marcharon a ‘reflexionar’ a vestuarios.

Tras la reanudación, todo cambió… la zozobra pasó de bando de manera proporcional a lo que iba creciendo la fe alcazareña. Alberto Arráez, que fue el que desafortunadamente anotó en propia puerta el 1-0 seseñero, devolvió la moneda acercando a los suyos hacia la remontada con el 3-2. Se pasó a la fase de locura total, en la que los alcazareños, desatados, fueron haciéndose dueños y señores del partido y de los “tempos” del mismo con continuas llegadas peligrosas, con Rafi que sigue siendo fundamental, Abengózar con ganas de poner su toque, y un Quini al acecho que, a la postre, fue el que dio, nuevamente, un puñetazo en la mesa rematando de forma colosal un balón colgado por la derecha y anotando el 3-3 en el minuto 70. Éxtasis disimulado en la grada por un equipo visitante que había remontado lo que parecía imposible, en un campo muy difícil y con todo en contra.

Lo mejor (y lo peor) estaba por llegar. Minuto 73 de partido. Un Sporting volcado hacia la victoria, en plena ‘experiencia religiosa’ vio consumado su esfuerzo con un golazo ‘marca de la casa’ de un viejo conocido, Alberto Abengózar, para desatar la enajenación mental transitoria entre todos los presentes en el Estadio de Seseña. Nadie daba crédito a lo que estaba ocurriendo, ni los locales (que presenciaban atónitos como se les había escapado un 3-0), ni los visitantes (que supieron darle la vuelta a un marcador y aun estado de ánimo en un campo que parecía imposible).

3-4 en el luminoso y más de 15 minutos por delante para desgarrarse sobre el césped, echar el resto y conseguir la heroica como mandan los cánones: con sufrimiento. Tocaba ‘penar’ y así fue. Minutos que el asedio alcazareño se tornó conservador para mantener el resultado favorable, aun así, más ocasiones alcazareñas que no fueron aprovechadas hasta que se llegó al minuto del hastío.

Ya en el descuento, con un Seseña a la desesperada y que apenas había ocasionado peligro en la portería de Gonzalo Tejado, y con un Sporting de Alcázar llevado en volandas por su FE y por lo que habían conseguido ejecutar, llegó la jugada de la polémica. Balón colgado al área que, tras varios intentos, un jugador local consigue rematar. El jugador alcazareño, Sergio Fernández, fruto de la agonía, se lanza en plancha a la línea de meta para evitar el gol y así hizo…pero con la mano. Consecuente expulsión y penalti. Hasta aquí todo dentro de lo “normal" o, mejor dicho, hasta aquí todo dentro de lo reglamentario. Tras ello ocurrió la decisión de la polémica.

Lanzamiento desde los 11 metros que, para completar los requisitos que manda la heroicidad, detiene el portero Gonzalo. Rechace al palo, otro rechace herrado, y despeje final de la zaga alcazareña que provocó el éxtasis total en las filas visitantes. La sorpresa y la impotencia vino cuando el colegiado del partido, don Marcos Aroca Descalzo y/o sus asistentes, decide o deciden hacer repetir el lanzamiento de penalti por una supuesta infracción de algo que aun no se sabe… al parecer el colegiado esgrimió "invasión de área" que, como se aprecia en la imagen ilustrativa a la noticia, arroja muchísimas dudas de nada irregular: portero sobre su línea y jugadores de ambos equipos en posición legal.

Lejos de atender cualquier petición o de dar alguna explicación lógica a lo ocurrido, el árbitro manda repetir el penalti y en esta ocasión, nadie pudo hacer nada para evitar el 4-4 definitivo.

Esta fue la historia de un partido que pasó por todas las fases habidas y por haber y que sólo una decisión arbitral evitó que los alcazareños consumaran una remontada muy merecida y a la heroica.

Resultado del Sporting que le mantiene en posiciones medias de la tabla siendo 8º con 26 puntos. La próxima jornada reciben en el Delgado Meco a CD Villa de Villa de Don Fadrique.CD Villa de Villa de Don Fadrique.