Hoy, la localidad ciudadrealeña de Villarta de San Juan debería haber sacado a las calles en procesión a su patrón, San Juan Bautista. El coronavirus lo ha impedido, decidiendo el Consistorio y la Hermandad suspender todos los actos de forma lógica por la pandemia del coronavirus.

El 24 de junio, es uno de los días más grandes en Villarta de San Juan (Ciudad Real). Es el día de San Juan, su patrón, y en su honor se celebran la Feria y Fiestas, uno de los acontecimientos más relevantes en este municipio manchego. La procesión es uno de momentos de mayor participación, en los que la devoción se mezcla con su mayor tradición, la de tirar truenos.

“Ha sido una decisión difícil, pero responsable e indiscutiblemente necesaria dada la situación que nuestro país está atravesando en estos momentos”, explicaban hace unos días desde el Ayuntamiento. No obstante, queremos tener un homenaje a los años anteriores en los que los villarteros han sacado en procesión a San Juan con la esperanza de que la imagen pueda repetirse en 2021.

EL 24 DE JUNIO, UN ESPECTÁCULO DE DEVOCIÓN Y TRUENOS EN VILLARTA

Aunque no llega a la magnitud del 24 de enero, el 24 de junio los vecinos de Villarta y los que siendo del pueblo viven fuera viven un espectáculo de devoción y pólvora. Todos concentran este día en torno a la imagen de San Juan. El patrón y las fiestas que se celebran en su honor, son un momento para el reencuentro, para el recuerdo y para disfrutar de la familia, de los amigos y del pueblo en general.

Desde los niños, hasta los mayores del lugar, pasando por los jóvenes y los adultos, todos se visten con sus mejores galas para acompañar a San Juan en la procesión en la que, principalmente la juventud se esfuerza en conservar una de las tradiciones por la que es más conocida Villarta de San Juan, la del disparo de cohetes y petardos.

En anteriores ediciones, en la procesión del patrón, el estruendo de estos artefactos iba anunciando la llegada del santo, con el disparo directo de las peñas y con la disposición de petardos en algunas calles y plazas que explotaban antes de la llegada del desfile, creando una nube de humo y dejando olor a pólvora, típico en Villarta.