Además se van a llevar a cabo tareas de lijado y barnizado de los bancos de madera existentes en dichas zonas y también los de la Vía Verde «El Trenillo». En este tramo también habrá una reposición de las papeleras que faltan.
Mendoza lamentaba el deteriorado estado de los columpios y juegos infantiles «debido al gamberrismo, así como a la utilización inapropiada de los mismos». Según palabras del edil fadriqueño: «prácticamente desde que llegué al cargo, explicaba, la gran mayoría de las zonas infantiles presentaba deficiencias debido a que una minoría ha utilizado irresponsablemente estas áreas afectando directamente al disfrute de los más pequeños».
«Lo peor de todo esto, aseguraba, es el gasto que supone tener que realizar estas reparaciones, cuyo gasto viene íntegramente de las arcas municipales puesto que no existe ningún tipo de subvención para estos supuestos. Lo que significa, argumentaba Carlos Mendoza, «que se paga directamente del bolsillo de todos los fadriqueños»
El concejal ya quiso concienciar a la ciudadanía sobre la conservación del mobiliario urbano que tanto gasto ocasiona a las arcas municipales, durante la Semana Cultural y de la Juventud que tuvo lugar el pasado verano. En ella se quiso poner de relieve el estado lamentable en el que se encuentra el Parque Municipal, con una actividad de ajardinamiento que llevaron a cabo los más pequeños.
«No sólo son las zonas infantiles las que sufren estos atropellos, indicaba, también se producen desperfectos en el alumbrado público, la jardinería e incluso se retiró una pista de juegos multiusos instalada en el Parque Municipal, debido a que su propio deterioro suponía un peligro para los que la usaban de manera responsable y cívica».
«Esperemos, deseaba Carlos Mendoza, que en el futuro haya que hacer este tipo de reparaciones debido al envejecimiento propio de su uso. Desgraciadamente es un problema del que se han quejado siempre las antiguas corporaciones y que también existe en los pueblos de la comarca, sentenció, pero no por ello, pido a todos los ciudadanos que seamos responsables de lo que, al fin y al cabo, es nuestro, porque está realizado con nuestros impuestos, y que, al fin y al cabo, contribuye al beneficio o perjuicio, de la imagen que damos a los que nos visitan todos los fadriqueños. Junto al gasto económico, manifestaba, que ya es importante debido a la situación que atravesamos, está también la imagen cívica de nuestro pueblo que, entre todos, debemos luchar porque no sea estropeada por la actitud perversa de unos pocos».