La Hermandad de San Isidro ha puesto en marcha una idea que surgió a la junta directiva como de recuperar las tradicionales meriendas que se desarrollaban en Alcázar en el mes de febrero en las festividades de Santa Águeda y Santa Apolonia.
Una recuperación que ha tenido una masiva respuesta por parte de los alcazareños que han acudido al Cerro de San Isidro, tanto el pasado día 5 de febrero, Santa Águeda, como el día 9, Santa Apolonia, a pasar una tarde de merienda. Gran cantidad de familias han disfrutado de la merienda ofrecida por la Hermandad que ha consistido en un chocolate caliente con dos tortas de azúcar, “de rulete”, en la tarde del 9 de febrero, aún con la temperatura baja y el viento reinante. La alcaldesa de la localidad, Rosa Melchor, acompañada por el concejal de Festejos, Benjamín Gallego, también se han acercado a degustar la merienda y compartir unos momentos de charla y amistad con las personas asistentes.
La Hermandad de San Isidro ha querido que la celebración tenga un carácter solidario y se ha organizado el sorteo de un hornazo de 12 huevos y 6 litros de chocolate con la adquisición de unas papeletas cuya recaudación ha ido destinada a “Las Supernenas”, colectivo de afectadas por el Cáncer de mama.
El presidente de la Hermandad de San Isidro, Jesús Antonio Vargas ha afirmado que la tradición de las meriendas “se está recuperando muy bien”, la merienda del pasado domingo se recuperó con mucha presencia de familias y en el caso de la del jueves 9 la respuesta ha sido muy positiva a pesar del frio reinante: “La gente tiene ganas de merienda. Sobre todo de subir al Cerro e ir al campo de merienda”, destacaba. Vargas ha puesto en valor la gran cantidad de abuelos que han subido al cerro con sus nietos.
Por su parte la alcaldesa de Alcázar, Rosa Melchor ha dado la enhorabuena al presidente y junta directiva de la Hermandad por la iniciativa de recuperar las tradicionales meriendas: “Las meriendas de Santa Águeda y Santa Apolonia eran en el doble sentido de la palabra, sagradas, no solo no las eludíamos, sino que estábamos deseando que llegaran”. Melchor ha afirmado que esta tradición se ha ido perdiendo con los años: “No sé muy bien si por la jornada continuada de los colegios, o por el ritmo de vida diferente de los padres; se ha ido perdiendo un poco y esta iniciativa me parece imprescindible y además muy acertada”. Melchor ha puesto valor la gran cantidad de grupos y familias que se han congregado: “Todos los grupos tienen niños, tienen menores y ese es el mejor modo de recuperarlas, que empiecen efectivamente a amar esta fiesta, a normalizarla todos los años hasta que consigamos recuperar esa tradición que es tan alcazareña”.










































































