“Aguas de Alcázar no se vende de ninguna de las maneras, Aguas de Alcázar no desaparece como empresa y sólo se hace un cambio en el modelo de gestión”. Así de rotundo se ha manifestado Montealegre al respecto de las declaraciones vertidas por la oposición. A sus miembros y a la ciudadanía en general ha querido informales de que el 98 por ciento de los ayuntamientos de España, independientemente del signo político del partido que los gobierne, “tienen una gestión indirecta del servicio del agua”, y eso es lo que pretende hacer ahora el consistorio alcazareño, buscando “más efectividad”.
No obstante, ha querido dejar claro que este procedimiento no supondrá ningún cambio ni para la plantilla, ni para los usuarios del servicio, puesto que por un lado, se garantiza “el mantenimiento del cien por cien de los trabajadores y de su convenio colectivo”, que en palabras de Ángel Montealegre “es mejor que el del Ayuntamiento”; y por otro, “durante los años que dure el cambio de modelo de gestión, la tarifa de Aguas será la vigente, modificada por ley sólo en la actualización del IPC, dure el proceso lo que dure, si son quince años como si son veinte”.
En relación a las afirmaciones realizadas al respecto por el PSOE en las que habla de que con este proceso “se echará a gente y la tarifa se multiplicará por dos o por tres”, el concejal del Ciclo Hidráulico ha afirmado que “tendrán que rectificar”, teniendo en cuenta además que “esta situación nunca se hubiera producido si ellos no hubieran dejado una deuda de 8 millones de euros desde el año 2007, motivada por el descontrol en la gestión de obras de Aguas”.
Por último, Montealegre ha reiterado que “no hay venta, sino un cambio en el modelo de gestión” en el que “no vamos a pasar la línea roja de los trabajadores, su convenio y la tarifa para los usuarios”.







































































