


Un acto sencillo y solemne que contó con bastantes residentes de fuera de Villafranca, conocidos como “cheleros”, y a quienes les une un sentimiento común: el amor al patrón de la localidad, el Cristo de Santa Ana, y a su pueblo. Ana Pozo Morales fue la ausente homenajeada este año en representación de los muchos vecinos de Villafranca de los Caballeros, ausentes de su tierra y que regresan año tras año a pasar las fiestas con los suyos. Además, recibió del alcalde una placa conmemorativa.
Esa misma tarde, la feria disfrutaba de la subasta de la Cinta y los Cordones de la Carroza del Cristo de Santa Ana, finalizada la subasta y la procesión del santo desde la parroquia a su ermita. La Plaza de España fue el escenario de una nueva verbena popular, y a las tres de la mañana, en la calle Daoiz, tuvo lugar el Concurso Degustación de gachas manchegas como colofón final a la jornada.





































































