Los alrededores de la plaza del Ayuntamiento de La Villa de Don Fadrique se convirtieron durante el pasado fin de semana en un pequeño poblado medieval. Los vendedores de los puestos del mercado y algunos vecinos lucieron trajes de la época integrándose con el ambiente. Magos, diablos y otros personajes sorprendían al público paseando por las calles; mientras se desarrollaban las diferentes actividades incluidas en el programa de las VII Jornadas Fadriqueñas, que contaron con una alta participación, especialmente las conferencias, núcleo central de este evento, que en esta ocasión se centraron en torno al lema ‘Lecciones de la historia, Castilla en Guerra’. Además, exposiciones, encuentro de encajeras, juegos infantiles, degustaciones… dieron vida al casco antiguo de La Villa.
Destacar el II Encuentro de Encajeras al que asistieron 140 expertas en bolillos, no sólo de la localidad, también de pueblos como La Guardia, Mota del Cuervo, Quintanar de la Orden, Tarancón, Villafranca de los Caballeros, Corral de Almaguer y Villacañas. Este encuentro, organizado por la asociación de encajeras Cristo del Consuelo de La Villa de Don Fadrique, con la colaboración del Ayuntamiento, ha aumentado su participación con respecto a 2013. “Es una actividad que cada vez está más de moda y la gente se anima a participar” –comentaba para manchainformacion.com Carmen España, presidenta de la asociación local- “En nuestra asociación estamos un total de 40 mujeres, lo que es un gran logro teniendo en cuenta que sólo llevamos dos años y medio constituidas”. Además del encuentro, durante las Jornadas se expusieron sus trabajos en una de las salas habilitadas por el Ayuntamiento, junto a otra exposición de pintura.
Otras de las actividades que mueven, cada año, mayor número de público son las degustaciones gastronómicas, de dulces típicos y de pozas que elaboran la asociación de amas de casa ‘Besana’ y la peña ‘El Arquillo’. La más laboriosa, la elaboración de los dulces vienen haciéndolo unas 30 mujeres, repartidas en tres casas. “El Ayuntamiento les facilita los productos y ellas elaboran los tradicionales rosquillos de Semana Santa, flores, orejas de fraile…” –comentaba la técnico de Cultura, Nieves Muñoz-. “Se pasan todo el día elaborando los dulces y hay que agradecer el trabajo y el tiempo que dedican estas mujeres, voluntariamente, para que podamos hacer esta actividad que cada año tiene más éxito dentro de las Jornadas”.
La Villa ha dicho adiós a las Jornadas de 2014 con muy buen sabor de boca y ya sólo queda esperar al próximo año para volver a celebrar una fiesta que conmemora los orígenes de su creación.