La Semana Santa de Villarrubia de los Ojos es la última fiesta declarada de Interés Turístico Regional por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en la provincia de Ciudad Real, durante el pasado año 2014. Junto a ella, obtuvieron también esta distinción los encierros de Fernán Caballero y las Jornadas Medievales de Montiel en 2012 y las Fiestas de Mayo de Villamayor de Calatrava en 2013.
Para que una fiesta sea declarada de Interés Turístico Regional debe contar con una larga tradición, de al menos 15 años, y celebrarse periódicamente, entre otros requisitos que justifiquen la motivación. En el caso de la Semana Santa de Villarrubia de los Ojos, no sólo cumplía con estas premisas básicas, también aporta el valor artístico de sus pasos, realizados por importantes imagineros como Faustino Sanz Herranz, considerado como el último gran escultor de la tradición imaginera; algo que aporta aún más belleza a sus siete desfiles procesionales. A esto se suma la pasión de los costaleros que portan los pasos de Misterio, la solemnidad con que la viven sus habitantes, la participación de 3.400 hermanos cofrades de las tres Hermandades de la localidad y la gran afluencia de público que, cada año, vive con devoción la Semana Santa de Villarrubia de los Ojos.
La carrera de fondo para conseguir la declaración de esta fiesta como de Interés Turístico Regional comenzó en 2.011, a petición de las Cofradías y concluyó a inicios del pasado año 2014, cuando finalmente la Junta concedía esta declaración para la Semana Santa de Villarrubia de los Ojos. Una noticia que era recibida con satisfacción, no sólo por el equipo de Gobierno que inició los trámites, sino por todo el pueblo, especialmente por las Hermandades que cada año se implican en mejorarla y darle mayor vistosidad.
BIENES DE INTERÉS CULTURAL
Además de las cuatro fiestas mencionadas, en estos últimos casi cuatro años, la Junta de Comunidades también ha declarado dos de Bienes de Interés Cultural (BIC) en la provincia de Ciudad Real, la Venta de la Inés en Almodovar del Campo y la Motilla del Azuer en Daimiel. Con la nueva normativa, además de los bienes materiales como monumentos, complejos arqueológicos, documentos, etc., se podrán incluir en los BIC bienes inmateriales que constituyan patrimonio histórico, artístico o cultural de Castilla La Mancha; así, la primera solicitud que ya se ha realizado en este sentido es la declaración de la seguidilla manchega como Bien de Interés Cultural en nuestra región.







































































