La Semana Santa de Daimiel, declarada de Interés Turístico Regional desde 2002, ha vuelto a trascender este jueves. Lo ha hecho en el Palacio de Fuensalida, donde se mostraban aquellas con mayor repercusión de Castilla-La Mancha. Hasta la presentación en Toledo se desplazó el alcalde, Leopoldo Sierra, quien explicó que el objetivo es “difundir la importante imagen global que la región ofrece en este ámbito, muy ligada a su vez a otros aspectos de carácter cultural y turístico que lleva aparejada”.
Sierra se ha unido al mensaje de Cospedal porque, insistía, “es importante dar a conocer nuestros valores fuera de la Comunidad Autónoma”. El primer edil reseñó que se trata de una festividad con grandes raíces en el municipio y que moviliza a miles de daimieleños ausentes y residentes en torno a cofradías, hermandades, tallas y exposiciones.
Del mismo modo ha subrayado que la de Daimiel destaca por su cronología, además de por su calidad artística y seguimiento de hermanos y cofrades.
Unos días donde el ambiente en la calle es de los más profusos, apuntó. Sierra recalcó que la Semana Santa propicia unos días “excepcionales” para conocer cada rincón del municipio y disfrutar de su gastronomía y de sus dulces. Y, sobre todo, indicó, “coincidiendo con la primavera es un buen momento para aprovechar y conocer dos de los parajes más representativos: la Motilla del Azuer y el Parque Nacional Tablas de Daimiel”.
Leopoldo Sierra reseñó ambos recursos que, recordó, “potencian nuestra oferta turística y permiten al visitante adentrarse en el amurallado de un yacimiento que descubre la Edad del Bronce en la zona en el caso de la Motilla, mientras que, por otro lado, disfrutan en el humedal del transitar por unas pasarelas cargadas de peso medioambiental”.