Las altas temperaturas y el buen tiempo en general fueron factores que contribuyeron a que todo saliera como estaba previsto y contara además con una gran participación tanto dentro de la procesión, como durante el recorrido para verla.
Los jóvenes de Acción Católica fueron los primeros responsables de la Borriquilla, una imagen de serie que pone en la calle la alegría de los niños, de la llegada de la Semana Santa y de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, un paso que desde hace unos años es portado en andas como el resto de los que procesionan en Criptana, a excepción de la Santa Cena que va en carroza de ruedas.