La solemnidad y el recogimiento impregnaron todo el recorrido de la procesión del Martes Santo Alcazareño. El silencio sólo fue roto por la música de cámara del cuarteto de viento que precedía al Cristo de la Buena Muerte.
La Hermandad de los Estudiantes, que en 2015 ha cumplido el XXV aniversario de su fundación, no demoró mucho su paso de penitencia y los costaleros portaron sin dificultades al Cristo y la Santa Veracruz.