A las ocho y media de la tarde salía de la Santísima Trinidad la Hermandad Ferroviaria acompañando al Jesús orando en el Huerto. Hacia las nueve de la tarde, el tradicional recorrido los llevaba hasta la iglesia de San Francisco, donde la Cofradía de Jesús Caído, La Verónica y La Dolorosa ultimaba los preparativos para la salida de su estación de penitencia, a las diez de la noche.
Jesús en el Huerto daba así el relevo a su madre, La Dolorosa y paraba frente al templo para contemplarla. Los costaleros de la Virgen –preparada en el exterior de la iglesia- la alzaron por un momento para saludar a su hijo.
Después, puntualmente, los tres pasos salieron de San Francisco para realizar su tradicional recorrido, en el que no faltaron los aplausos y las saetas.