Durante el fin de semana, La Villa de Don Fadrique ha vuelto a sus orígenes, en esta edición haciendo un guiño a la universal obra cervantina y reivindicando su papel en El Quijote. Las dos conferencias de este año han corrido a cargo de Antonio Mendoza, vecino de la localidad que «ha hecho un estudio concienzudo» no sólo del Quijote, sino de toda la obra de Cervantes, que en palabras del alcalde en funciones, Jaime Santos, le ha llevado a la conclusión de que «el lugar de La Mancha podría ser La Villa de Don Fadrique, partiendo del hecho de que indudablemente Miguel de Cervantes nació en Alcázar de San Juan y La Villa, en aquellos momentos, La Puebla de Don Fadrique, fuera su lugar de residencia, por lo que se habría basado en este lugar como punto de partida de su obra y sea éste el famoso lugar del que no quiso acordarse».
La conmemoración, en este 2015, del cuatrocientos aniversario de la publicación de la segunda parte del Quijote ha sido el tema elegido este año para organizar estas VIII Jornadas Fadriqueñas, un conjunto de actividades que «ya están consolidadas» y que sirven de reclamo para numerosos visitantes que participan activamente, como también hacen los propios vecinos de este municipio toledano. «Cada año el ambiente sube y cada vez hay más visitantes», señaló Jaime Santos, quien puso de manifiesto su satisfacción porque el mercadillo medieval «sea cada vez aún mayor y casi nos hayamos quedado sin sitio».
Entre el encuentro de encajeras, el mercadillo medieval, la animación del mismo, los distintos talleres para niños, la degustación de dulces y las típicas ‘pozas’, los juegos tradicionales, el teatro, la música folk, las conferencias o las exposiciones, entre otras actividades, «se ha creado un ambiente muy bueno», a juicio del alcalde en funciones, por lo que su valoración es «inmejorable», porque todos los días han estado repletas de gente. Esta circunstancia demuestra, en su opinión, que «las Jornadas Fadriqueñas tienen vida para largo, porque tienen un arraigo muy grande y son unas fiestas entrañables».