La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de la Mancomunidad de Aguas “Río Algodor”, que tiene su sede en Villacañas, ha iniciado una nueva campaña de charlas informativas que concluirán con la Navidad, encaminadas a concienciar a los consumidores de diferentes aspectos como los alimentos, el etiquetado, los juguetes y otros consejos prácticos.
La primera de ellas, realizada en colaboración con el PRIS, tuvo lugar en el Centro Social de Villanueva de Alcardete, ante una veintena de mujeres, que pudieron conocer en una jornada de trabajo realizada por la mañana del viernes, conceptos tales como la congelación y descongelación de los alimentos y el etiquetado de los productos.
Una técnico del Servicio de Consumo mancomunado fue la encargada de dirigir estas charlas que comenzaron con la formulación de diferentes consejos sobre cómo congelar y descongelar alimentos en casa, y cosas que son imprescindibles saber para manipularlos con seguridad y sin riesgos para la salud.
Así, se habló de cuáles son los beneficios de los productos congelados, y cómo hacerlo en casa. Es la mejor manera de que los alimentos frescos y de calidad que se adquieren en los establecimientos propios de cada género, no puedan verse perjudicados por organismos patógenos y perjudiciales para la salud por el paso del tiempo, y que conserven, asimismo, todas sus propiedades nutritivas.
Lo ideal, según se trató en la primera charla, es que el tiempo que transcurre entre la compra de los alimentos y el congelamiento debe ser el mínimo posible, y que cuando se congele, se haga en raciones pequeñas y siempre en recipientes o bolsas especiales que soporten las temperaturas, anotando siempre la fecha en la que se realiza dicha congelación.
En este sentido, se avisó que hay alimentos que no resisten este proceso, como son las verduras de ensalada, los champiñones, las bayas, los alimentos grasos como natas y algunas salsas que puedan cortarse, aparte de la mayoría de las frutas. En cuanto a los alimentos elaborados en casa, antes de meterlos en el congelador, hay que dejar que se enfríen no más de una hora, ya que si se meten cuando aún están calientes, aumenta la temperatura en el congelador y puede afectar negativamente al resto de alimentos.
Por otro lado, se habló de cómo interpretar el grado de frío que puede alcanzar el frigorífico que todos tenemos en casa, estando este medido por estrellas. Así cada estrella indica -6° C, por tanto, con lo que hay que tener en cuenta que para que la congelación
sea la adecuado, el aparato deberá tener como mínimo tres estrellas, teniendo en cuenta que el tiempo recomendado de almacenamiento será de tres a seis meses, y no más.
También se trataron los pasos a seguir para la descongelación de los alimentos, teniendo en cuenta que, a ser posible, siempre se debe hacer en el frigorífico, lo cual permitirá controlar el crecimiento de microbios, debiendo descongelar las raciones justas de alimentos y consumirlas en un periodo máximo de 24 horas.
Asimismo, es aconsejable colocar el alimento a descongelar en la parte más baja del frigorífico para evitar cambios bruscos de temperatura (la parte baja del frigorífico es la más fría) y así evitar también una posible contaminación con otros alimentos. En este sentido, se aseguro que descongelar a temperatura ambiente es un riesgo para la seguridad del producto, ya que aumenta la velocidad de crecimiento tanto de los microorganismos que alteran el alimento en su composición como de los patógenos, en caso de haberlos.
Y también se indicaron algunos alimentos como verduras y hortalizas crudas congeladas que pueden cocinarse directamente, así como que puede usarse el microondas para descongelar piezas delgadas y pequeñas, evitando las zonas cocidas frente a otras aún congeladas.
La segunda parte de la charla consistió en un taller de correcto etiquetado de los productos, sobre todo alimenticios, aunque también se trataron sobre otros, como textil y electrodomésticos fundamentalmente, qué normas básicas deben seguirse para saber interpretar una etiqueta, y qué elementos debe componer.
Así, una etiqueta debe indicar siempre el nombre y dirección completa del fabricante, el nombre del producto, la lista de ingredientes y aditivos que contiene, el peso neto y escurrido, las instrucciones de conservación, el modo de empleo, la identificación del lote de fabricación y la fecha límite de consumo y la fecha de caducidad, que no son lo mismo, ya que la primera es la que no aconseja su utilización más allá de lo que se indique, y la segunda se refiere a cuando se aconseja consumir, pero que no quiere decir que no se pueda hacer después.
En lo que va de año, han sido 18 las actividades de este tipo que se han realizado y, en total, han sido casi 700, las personas de edades comprendidas entre los 3 y los 85 años, los que han sido los receptores de estas charlas informativas que realiza la OMIC de la Mancomunidad de Aguas “Río Algodor” en colaboración con asociaciones e instituciones educativas de los municipios que tiene contratado este servicio mancomunado que en el pasado año 2010 cumplió su vigésimo aniversario.
Las siguientes están previstas que se realicen en Corral de Almaguer el próximo 24 de noviembre, en la Ludoteca de Villacañas para los padres y madres el 28 y de noviembre, y otra en Quero con fecha aún por determinar.








































































