


Subyacía la causa del encuentro: la solidaridad. Todo en un tentadero benéfico que sirvió para ver juntos la abducción estática de Paco Ojeda, el poder completo de Víctor Mendes, la naturalidad embaucadora de Juan Mora y la personalidad agitadora de Joselito. Cuatro formas de ver el toreo, una causa y la interpretación de por medio para demostrar que caben todos los gustos en un buen menú cuando la materia prima es verdadera.
El resultado artístico fue todo un éxito y además la plaza se llenó.







































































