El evento fue grabado por los detectores que la Universidad de Huelva opera en varios puntos del país: el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo), el de Sevilla, el Observatorio del Arenosillo (Huelva), y el observatorio de Calar Alto (Almería). Estos detectores trabajan en el marco del proyecto SMART, cuya finalidad es vigilar continuamente el cielo con el fin de registrar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos lugares del Sistema Solar.
Los datos recogidos por estos detectores han sido analizados por el profesor José María Madiedo, investigador principal del proyecto SMART. Su estudio ha permitido determinar que la bola de fuego se produjo como consecuencia del choque contra la atmósfera de una roca con una masa de unos 400 kg a más de 60.000 kilómetros por hora. Es precisamente este brusco choque contra el aire lo que elevó la temperatura de la roca hasta que ésta se volvió incandescente, dando lugar así a una bola de fuego en la que el material se fue desintegrando conforme perdía altitud. Pero, a diferencia de las rocas que produjeron las bolas de fuego registradas en los días anteriores, en este caso una parte del material sí habría conseguido sobrevivir e impactar contra el suelo en forma de meteorito. Este meteorito, que ha caído en la provincia de Córdoba, tendría una masa de aproximadamente 1 kg. Lo más probable, según Madiedo, es que el meteorito se haya roto en varios fragmentos antes de llegar al suelo.
En este caso, también se ha podido determinar la procedencia de la roca. Su órbita en el Sistema Solar ha revelado que proviene de un asteroide conocido como 2013DF, una roca del tamaño de un edificio de 15 plantas que se aproximó más de lo habitual a la Tierra el 27 de febrero de hace 3 años, en 2013. Un escenario plausible es que, durante ese acercamiento, la roca que impactó el pasado día 24 sobre Andalucía se desprendiese de la superficie del 2013DF, siguiendo a partir de ese momento una órbita ligeramente diferente a la de su asteroide progenitor, órbita que tres años después la habría llevado a colisionar contra nuestro planeta.
El investigador no descarta que en las próximas fechas puedan producirse más bolas de fuego muy brillantes. De hecho, otro asteroide con un tamaño similar al de un edificio de 10 plantas, el 2013TX68, se acercará el 5 de marzo a la Tierra hasta una distancia equivalente a tan sólo la veinticincoava parte de la distancia que separa a la Tierra de la Luna. Si bien se ha descartado que este asteroide vaya a colisionar contra nuestro planeta, cabe la posibilidad de que pequeños fragmentos desprendidos de él con anterioridad, y que seguirían órbitas ligeramente diferentes, acaben cruzándose con la órbita de la Tierra y produzcan en la atmósfera estas bolas de fuego.