
Desde primera hora de la mañana están pasado por esta iglesia conventual personas mayores, adolescentes, jóvenes, adultos. A las 11:00 horas de la mañana tuvo lugar una función religiosa presidida por el capellán del monasterio, Rvdo. D. Eduardo Toledo, y cantada por las monjas toboseñas que en este día se convierten en guardianas y custodias de la imagen de Jesús Cautivo, una talla del artista cordobés Francisco Romero Zafra que llegó al convento trinitario de la Patria de Dulcinea en 2003 y que en este día luce una rica túnica bordada en oro y a mano por las propias monjas.
Inmersos en plena Cuaresma, a la actual imagen de Jesús Cautivo se le profesa una especial devoción en El Toboso como se puede comprobar en este día, aunque siempre, el primer viernes de marzo, se ha venerado la imagen de Jesús de Medinaceli que en otro tiempo procesionó en la Semana Santa toboseña y que ahora se puede ver en la capilla que las monjas usan a diario en el coro alto del convento.
Historia
La imagen del Cristo es de la primera mitad del siglo XVII, con 1,73 metros de altura. Fue tallada en Sevilla, lo que explica que su iconografía es la correspondiente a los Cristos llamados «de la Sentencia». Fue llevada por los HH. MM. Capuchinos a la plaza fuerte de Mámora (Marruecos), para culto de los soldados españoles. En abril de 1681, cae prisionera de los moros, la arrastran por la calles de Mequinez, y la rescatan los Trinitarios, llegando a Madrid en el verano de 1682. Llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que asiste el «todo Madrid», pueblo fiel, nobleza y casa real. Desde entonces todos los años, en la gran romería del primer viernes de marzo, asiste algún miembro de la familia real a rezar al Nazareno. Más información aquí.





































































