Las previsiones meteorológicas para esta Semana Santa anunciaban lluvias y, en la tarde del Domingo de Ramos, a punto estuvieron de dejar en casa a Jesús del Perdón y la Virgen de la Salud. Los miembros de la Hermandad fueron pacientes, sin dejar de mirar al cielo y temiendo lo peor, decidiendo esperar media hora, primero, diez minutos después, de la hora de salida prevista.
Eran las 18:45 horas cuando el tiempo despejó y dejó de llover. Las lágrimas y la tensión se transformaron en alegría y ganas de subir al cielo a Jesús y la Virgen. Antes de salir, una de las costaleras de la Virgen de La Salud, que este año no pudo ir bajo el paso, fue la encargada de dar la primera orden a sus compañeras para cargarla y llevarla a hombros siguiendo el recorrido previsto.
Hasta el próximo Martes Santo no saldrá el Cristo de la Buena Muerte de la iglesia de San Francisco y, de momento las previsiones no contemplan la lluvia.