La presidenta del Patronato de Cultura, Rosa Idalia Cruz, acompañaba al científico alcazareño, Benjamín Montesinos, quien, es de alguna manera el promotor de esta idea como manchego. Cruz quería felicitar al científico y felicitarnos todos porque de esta manera el autor, que consideramos tan nuestro, Cervantes, tiene nombre en las estrellas; “se llama Cervantes gracias al esfuerzo de personas como Benjamín, Quijotes de la Ciencia”. Dice Rosa Idalia Cruz que “son hechos quijotescos, que pueden ser una utopía pero que gracias a perseguir ese sueño se hace realidad como en este caso”.
A la charla acudió numeroso público interesado en la figura del astrónomo y también en las cuestiones del universo, su formación y funcionamiento. Benjamín Montesinos explicaba que venía a hablar de astronomía, explicar qué son las estrellas, qué son los sistemas planetarios cómo se forman; a la vez enlazaba con el proyecto “estrella Cervantes “que empezamos hace dos años y con el que hemos tenido éxito y hemos conseguido que una estrella se llame Cervantes y sus cuatro planetas tengan nombres cervantinos como Rocinante, Dulcinea, Quijote y Sancho Panza.
Montesinos hace fácil lo difícil, lo hace divertido e interesante. Primero explica el punto de vista de la astronomía y al ver lo grande que es el universo, hace visualizar “lo pequeños que somos”. Montesinos explica también qué son las estrellas, como la del sol, de nuestro sistema solar, y como funciona, después introduce otros sistemas planetarios y esto se une con Cervantes y el proyecto “estrella Cervantes” porque dice que “quiero que esto contribuya a romper la brecha que hay entre ciencia y cultura cuando realmente la ciencia es cultura”.
El público asistente se interesó mucho por todos los aspectos que expuso el científico que dice que en los últimos años hay un gran interés por divulgar la ciencia porque a los científicos “se nos paga con fondos públicos y creo que tenemos la obligación de comunicar al publico que es lo que estamos haciendo y a intentar estimular a la gente más joven que son el semillero de los nuevos estudiosos”. Es una manera de dar a conocer la figura del científico, “demostrar que somos normales; como cualquier persona tenemos nuestra cosas, pero nos abrimos a la sociedad y vamos intentar desmitificar la imagen del científico estirado”.





































































