La Hermandad del Cristo de la Humildad toma el protagonismo la noche del Miércoles Santo ya que son los encargados de llevar a cabo la representación de la Pasión y Muerte de Jesús poniendo en escena los diferentes pasajes bíblicos en los que se narra y que son interpretados por miembros de dicha Hermandad.
Las inmediaciones de la Ermita de San Sebastián, a la que pertenece la Hermandad, se convirtieron en el escenario para llevar a cabo la mencionada representación y hasta el lugar acudían anoche numerosos vecinos y vecinas de la localidad así como de otras poblaciones de la comarca. Desde la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos hasta su muerte en la Cruz, pasando por la Última Cena con sus discípulos, su juicio ante Pilatos, su penitencia con la Cruz o su Crucifixión se revivieron en esta representación que implica a todos y cada uno de los miembros de la Hermandad.
A su término, la calle quedó sin luz y la imagen del Cristo de la Humildad salió de la ermita portado en hombros por los anderos y ante el estruendo de numerosas carracas que hacían sonar los nazarenos simulando el escándalo y el vocerío del pueblo de Israel cuando Jesús fue juzgado ante Pilatos y condenado a muerte en la Cruz.
Después, ante un profundo silencio del numeroso público asistente, la quintanareña Ariadna Ortiz se presentó ante la imagen del Cristo para entonarle una saeta que emocionó a los presentes que le regalaron fuertes aplausos cuando finalizó.
La procesión, que contó con la presencia de miembros de la Junta de Cofradías, los Padres Franciscanos, el alcalde y concejales del equipo de Gobierno y de la oposición, continuó después al compás de las notas musicales de la Asociación Musical Cristo de la Humildad, recorriendo las calles Grande, Princesa y San Agustín hasta llegar al Templo Parroquial donde permanece la imagen hasta mañana, Jueves Santo, para salir de nuevo a la calle en la conocida como Procesión de los Azotes.