Jorge Hernández se ha mostrado «muy honrado y agradecido» de ser el pregonero de este año 2017, ya que es lector del Quijote «desde hace muchos años». La primera vez que estuvo en El Toboso tenía 25 años y «creo que nunca me he ido», ha indicado.
Considera que todos los escritores, «si somos honestos, somos hijos de Cervantes, y sino de Cervantes, del Quijote, y sino del Quijote, sí de La Mancha», aunque no sea de La Mancha geografía, pero sí de La Mancha tipográfica, ya que Cervantes dejó como herencia «una sangre que se lee», ha opinado el pregonero. errar
«A El Toboso hay que venir», dice Jorge Hernández, que recomienda la comida del lugar, y «la sorpresa entre la realidad y la ficción», porque Cervantes «no erró» al decir que un hombre de unos 50 años confundió molinos con gigantes, «porque en las modernas carreteras de hoy en día, los nuevos molinos parecen naves especiales y las placas solares, ejércitos invasores de la Guerra de las Galaxias».
Para Hernández, en El Toboso hay «mujeres hermosas que merecen el título de Dulcinea y trabajadores honestos con las manos encalladas que siguen dando el ejemplo de la razón pura que encarnaba Sancho». Por eso, ha mostrado su deseo de que lo inviten «muchas veces» a visitar este pueblo manchego, «sino vendré por mi cuenta», ha añadido.
La celebración de las Jornadas Cervantinas es un acontecimiento «importante», porque permite que se siga recordando la obra cervantina, aunque para Hernández, la mejor manera de poner en valor la obra de Miguel de Cervantes, «es leerlo»
Ante la situación actual en la que se lee poco, al escritor mexicano le ha supuesto una «grata sorpresa» haber visto en El Toboso a niños jugando «sin tablets, ni teléfono». Uno de esos niños simulaba ser un dragón y «le bastaba la imaginación para creérselo». En este sentido, ha apuntado que «en la medida en que volvamos a confiar en la imaginación que nos heredaron los abuelos, podremos enfrentar cualquier tipo de acoso a la inteligencia en esta época de tanta estupidez, en la que en otros países han elegido a líderes que levantan muros y que procuran separarnos, aunquey lo único que se va a conseguir con eso, es instalar más odio. La fraternidad está garantizada mientras sigamos apostándole a la imaginación», ha señalado.
Por su parte, la alcaldesa, Pilar Arinero ha reivindicado que «las Jornadas Cervantinas de El Toboso fueron las primeras». Ha añadido que «me alegra que otros pueblos hayan seguido esta tradición, porque todo sirve para poner en valor la obra de Cervantes, pero El Toboso fue el primero».
Arinero ha recomendado participar en el extenso programa de actividades que se desarrollan en la Cuna de Dulcinea con motivo de las Jornadas Cervantinas y ha agradecido la implicación de todo el pueblo en su organización y desarrollo, un hecho que permitirá disfrutar de entremeses y otras funciones teatrales en espacios públicos y en patios de casas particulares, de mercado tradicional, de actividades para niños y de otras muchas actividades que se celebran en estos días.
El acto inaugural de las XXVI Jornadas Cervantinas de El Toboso ha finalizado con el estreno de la adaptación de la obra «Quijofonías», interpretada por la Banda de Música Asociación Musical Santa Cecilia.





































































