Los sindicatos critican que el Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarios “hacen oídos sordos a la situación”
En este escrito, en el que se hace constar que es en nombre de todos los sindicatos que conforman los citados órganos de representación del personal, se hace referencia a “las graves repercusiones que se pueden derivar de esta anómala situación” en ambas prisiones, así como a que “hasta ahora parecen hacer oídos sordos los gestores del ministerio del Interior y en particular la secretaría general de Instituciones Penitencias”.
Esta concentración de protesta tiene lugar tras la denuncia pública de “falta de cocineros” en Herrera de La Mancha y Alcázar de San Juan, así como de las gestiones que ha realizado el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real y sus visitas a ambos centros para conocer la situación derivada de la “falta de cocineros”, según informó CSIF, sindicato que también reveló que el pasado 5 de mayo, los delegados de personal laboral en su comité de empresa, del sector de Administración General del Estado, y el delegado de CSIF en Herrera de la Mancha, Francisco Javier Poveda, plantearon “la urgente necesidad de cubrir las plazas de cocineros en este centro penitenciario, tras la jubilación de dos de ellos que ha dejado mermada su dotación a la mitad, de cuatro a dos”.
De forma unánime se decidió también hacer gestiones ante la dirección del centro penitenciario, la Subdelegación del Gobierno y la Dirección general de Instituciones Penitenciarias, y el día 10 de mayo se reunieron los delegados de funcionarios en junta de personal, para tratar este problema y solicitar de forma urgente una reunión con el subdelegado del Gobierno.
Esta reunión se celebró con asistencia de los dos presidentes de los órganos de representación citados, coordinados a tal efecto, y una representación de personal laboral y funcionario de todos los sindicatos. En ella y una vez expuesta “la gravedad de la situación y las repercusiones que se pueden originar por la falta de personal cualificado en la cocina, dado que hay hasta siete menús distintos que elaborar para internos con dietas específicas, por salud o credo religioso, el subdelegado del Gobierno mostró su conformidad con estas reivindicaciones y pidió un margen de dos semanas, para hacer las gestiones oportunas”.








































































