Aunque es un método no científico, “Las Cabañuelas” son el conjunto de las variaciones de tiempo que tienen lugar los primeros días de enero y agosto y que sirven para pronosticar el tiempo que ha de hacer durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente.
Así lo han llevado a cabo pastores y agricultores durante siglos y es evidente que este método tiene y ha tenido un arraigo singular en la zona de La Mancha. El 1 de agosto se le se le conoce tradicionalmente como “La llave del año” porque no corresponde a ningún mes en concreto del próximo año, sino que desde el día 2 comienza enero, el día 3 febrero y así sucesivamente.
En algunos casos se observa el cielo durante estos primeros días del mes de agosto, relacionando cada día con el mes del año siguiente exceptuando este día 1, pero en otros se usan elementos naturales como cebollas para, según su aspecto en el día expuesta, ver qué puede pasar climatológicamente hablando dentro de unos meses.
También en algunos lugares de la Mancha, como la provincia de Albacete, se llevan a cabo “cabañuelas de ida” y “cabañuelas de vuelta”, las primeras hasta el día 13 y las siguientes en los días consecutivos.