



Estos campamentos, que han alcanzado este 2017 su XXXV edición, están enfocados a niños de tres edades: de 6º de primaria, 1º y 2º de la ESO. “También se ha incluido este año un precampamento de tres días para niños de 5ª”, comenta a este medio Escribano.
Se han venido celebrando de lunes a viernes: “El primer día se va andando desde Criptana al santuario del Cristo, y acaba el viernes por la noche con una eucaristía. Entre los cuatro cursos, han sido 300 niños. Los monitores no son al uso de campamento, sí tienen titulación pero son catequistas”, añade-
Los niños pertenecen únicamente a la parroquia de Campo de Criptana, aunque en los últimos años viene acudiendo un grupo de alrededor de quince niños de la parroquia de Herencia “que venimos arrastrando desde hace años”. Además, los monitores pertenecen exclusivamente a la parroquia de Campo de Criptana.
Lo que se intenta, tal y como explica Miguel Ángel Escribano, es proseguir con la formación cristiana durante el verano: “Es un punto y seguido que termina con una actividad veraniega, que termina de una forma más lúdica. También se continúa con la actividad pastoral que se ha llevado a cabo durante el año”, afirma.
El campamento tiene un coste “no muy alto” y como requisito imprescindible es necesario que hayan estado participando en catequesis, “si no no tiene sentido”, explica el director.
La parroquia de Criptana se conoce por la mucha participación de gente en diferentes grupos de pastoral. “Una gran culpa de ella es la realización durante tantos años en este tipo de campamentos. Es un número importante de los niños de edad en este pueblo. Esos niños que luego son jóvenes acaban participando en la parroquia de una forma activa”, concluye Miguel Ángel Escribano.







































































