Desde la visita al campo por la mañana para recolectar la preciosa rosa del azafrán, hasta la monda y tostado se ha llevado durante todo el fin de semana a cabo en el claustro del Convento de San Francisco, donde está ubicado el Museo del Azafrán. El municipio se ha empapado de nostalgia recordando esta tradición. Además, también se ha llevado a cabo la degustación de productos elaborados con azafrán.
En cuanto a la valoración en este ecuador de las jornadas del Azafrán, la concejala Celia Mariblanca ha señalado a Manchainformación que “la rosa ha estado en su momento, porque en muchas ediciones teníamos el interrogante de que no fuese a salir o que fuese con retraso. La participación de la gente ha sido magnífica: tanto empresarios como asociaciones, así como el número de visitantes. Casi todos los colegios de la zona vienen a visitar las jornadas”.
En cuanto a un primer balance de la concejala de estas XI jornadas, ha explicado que “es muy positivo por el gran número de asistentes que hemos tenido, porque creemos que de esta forma vamos a conocer nuestra tierra y la gente ha quedado contenta. Con ganas de que llegue el año que viene y volver a organizar las décimo segundas jornadas”.
El futuro a través de los niños ha sido clave en el conocimiento del azafrán, tal y como ha señalado a Manchainformación la edil: “Nos interesa mucho que las nuevas generaciones conozcan de dónde venimos y algo que está tan arraigado en nuestra tierra como es el azafrán, que no solamente lo vean en el bote como una especia más, sino que conozcan el proceso y lo quieran desde pequeños. Hemos estado desbordados con los colegios”.