Con un salón repleto de aficionados de todas las edades, dio una lección magistral. Su sencilla forma de explicar las cosas, su conocimiento del campo bravo y del mundo del toro, calaron de principio a fin en todos los asistentes. Narró con infinidad de datos desde el nacimiento de la ganaderia hasta el momento actual y la labor desempeñada por su padre para conseguir convertirse en una de las ganaderías estrella del campo bravo. Recogió también el premio al mejor toro de la Feria de agosto de nombre «Alegría» y para acabar recibió de manos del presidente el distintivo del Ateneo Taurino.




































































