A las 22 horas estaba prevista la salida procesional y a esa hora se ha anunciado la decisión adoptada por la Junta General de Cofradías en la reunión iniciada quince minutos antes para ver qué hacer ante la lluvia.
En la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, desde donde salía la procesión, numerosas personas se han concentrado con el mal sabor de boca de no poder ver en la calle la procesión del Viernes de los Dolores.
La procesión estaba organizada por la Junta General de Cofradías en colaboración con la Hermandad de la Sagrada Lanzada de Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Apóstol.
El presidente de la Sagrada Lanzada, Miguel Ángel Escribano ha explicado que esta circunstancia de suspender la procesión «no se recuerda en la hermandad ni por las personas mayores». Ante esta situación, se ha valorado la imagen de la Virgen en primer lugar, tanto la talla, como el manto y las andas.
También se ha tenido en cuenta la situación en la que se encuentran las calles, que están mojadas y pueden dificultar «el buen trabajo de los anderos», al igual que el de los músicos o las túnicas de los nazarenos. Además, «ha quedado una noche desapacible, que no invita a los vecinos a estar en la calle para ver la procesión», ha señalado Escribano.
Tras la suspensión de la procesión, se ha celebrado en el interior de la iglesia el Vía Crucis que organiza la Parroquia y que va hasta el Santuario del Cristo de Villajos. El mal tiempo también ha hecho que este año se haga así.
La siguiente cita procesional en Campo de Criptana será la de “La Borriquilla” el próximo 25 de marzo, Domingo de Ramos.