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Galerías Ramar cumple 50 años instalada en la localidad ciudadrealeña de Campo de Criptana. Desde que Ramón Arteaga Sánchez-Guijaldo, padre del actual gerente, decidió emprender por su cuenta y abrir el negocio un 23 de noviembre de 1968, han sido miles los clientes que han pasado por el establecimiento y han quedado satisfechos. manchainformacion.com ha querido estar cerca de José Miguel Arteaga Castellanos, actual propietario, en los días en los que se cumple medio siglo de pasión por la confección de calidad con producto nacional en la localidad molinera.
El negocio comenzó con su padre, Ramón Arteaga Sánchez-Guijaldo. José Miguel Arteaga Castellanos explica que “mi padre comenzó en 1968, venía de estar trabajando hasta catorce años en otro comercio. Al hacerse más veterano, emprendió con Galerías Ramar, que es la fusión de las palabras Ramón y Arteaga”, comenta. Ahora, han cumplido medio siglo con un reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Campo de Criptana entregado por su alcalde, Antonio Lucas-Torres, además de un homenaje por parte de la Asociación de Comercio del municipio manchego.
Antes, “vendíamos de todo: confección de señora, de niño, de caballero, de hogar… en aquella época, se utilizaba el nombre de Galerías para los establecimientos”. Su fuerte en la actualidad es la confección de caballero, de señora y de hogar. Además, es una tienda especializada en la Semana Santa, es “la casa cofrade de La Mancha” como también se le conoce.
En la evolución de estos cincuenta años, “lo más difícil ha llegado en la última década con la crisis, la irrupción de grandes cadenas” y la subsistencia del pequeño comercio en el textil, uno de los sectores en el que han proliferado grandes franquicias, “pero no se puede comparar la calidad. Las franquicias trabajan a calidades a muy bajo nivel. Nosotros nos caracterizamos por tener una confección nacional y de calidad, que es lo que nosotros tenemos de ventaja respecto a ellos. Lógicamente tenemos un precio más elevado, pero hay mucha calidad”.
EL 23 DE NOVIEMBRE DE 1968 EMPEZÓ TODO
La tienda se abrió el 23 de noviembre de 1968, con dos dependientas contratadas en su momento. José Miguel Arteaga Castellanos lleva 41 años trabajando en ella, entrando en el año 1982, por lo que la totalidad de su vida laboral ha estado dedicada a este empeño. Sobre si tendrá o no continuidad el negocio, explica que “tengo una hija que está estudiando para ser profesora. Ojalá que llegue”.
En el año 1982 “se vendía mucho más. Ahora es cuando peor estamos, pero aun así es un negocio que pervive”, siendo la tienda todo un referente en Campo de Criptana y en la comarca.
Como anteriormente se ha citado, el pasado 23 de noviembre se llevó a cabo un acto para conmemorar el medio siglo del establecimiento, con las autoridades locales presentes, además de clientes y amigos. “El alcalde nos entregó un reconocimiento junto con la Asociación de Comercio de Campo de Criptana”, explica Arteaga.
En estos 50 años, no ha cambiado físicamente la tienda, sino que mantiene la esencia. “Sigue siendo tal y como mi padre la inauguró, tanto las estanterías como los mostradores… es algo difícil, porque hoy día que se abren tantas tiendas modernas que duran solamente unos meses, nosotros perduramos en nuestra esencia. Por no tener, no tenemos ni letrero luminoso en la calle”, explica.
Además, hay un mucha cercanía entre los miembros del negocio. Según Arteaga, “las dependientas y nosotros somos como una familia. Las chicas nos dicen que somos como hermanos. Llevamos cuarenta años juntos. Nos conocemos mejor que nuestra propia familia. Eso es difícil, y es gracias a que hemos ido creciendo todos juntos”.
Arteaga se siente orgulloso de “haber podido resistir, y más con lo que estamos sufriendo los autónomos y los pequeños comerciantes durante estos años. Eso ya es una victoria”. Poder seguir adelante es “el mejor premio que podemos tener, que los clientes nos reconozcan que estamos ayudándoles. Aquí tratamos de forma personalizada a los clientes. Es un comercio muy cercano, que es lo que las grandes superficies no pueden ofrecer. Eso es una gran ventaja. El trato cercano y profesional es muy importante”, concluye Arteaga.
