Cargando...Este año la Feria de Daimiel se inauguraba oficialmente con el chupinazo del día 31 de agosto y un concierto por todo lo alto, el segundo en 24 horas del sello ‘Daimiel en Concierto’. Eran las diez y media exactas cuando las luces del macro escenario ubicado en el auditorio de la localidad empezaban a dar vida a lo que iba a ser una noche llena de música y bases electrónicas. Los DJ’s Jumper Brothers fueron los encargados de caldear el ambiente lanzando desde sus ordenares temas internacionalmente conocidos y que todos los allí presentes habían escuchado dos décadas atrás.
Desde el minuto uno el concierto se mostró como una fiesta en la que la gente allí congregada iba a regresar a los 90 a través de la música. Un montaje del significado de los 90 con la voz del coche fantástico (la historia de Kitt y Michael Knight) a la cabeza sirvieron para la cuenta atrás del inicio de una noche cuya primera cantante fue Rebeca, abriendo el espectáculo en el que apenas hubo tiempo para descansar. Con veinte años de experiencia, más de un millón y medio de discos vendidos y un gran éxito cosechado dentro y fuera de España, la barcelonesa interpretó sin parar de bailar, entre otros “Duro de pelar” o “Corazón, corazón”.
Los Jumper Brothers volvían a ponerse tras su mesa de pinchar una vez más, y así lo harían durante toda la noche entre grupo y grupo, amenizando con sus mezclas las transiciones. Junto a estos, Paco Pil, maestro de ceremonias, se guardó al público en el bolsillo en sus presentaciones y salidas entre artistas.
A Rebeca le siguió Marian Dacal que no pudo despedirse sin hacer sonar “Flying Free”, una de sus versiones más conocidas. Tomaba el relevo entonces uno de los platos fuertes de la noche, OBK.
Lo que fuera un dúo en sus orígenes, es ahora un proyecto en solitario que el músico Jordi Sánchez defendió ante las más de 6.000 personas congregadas ante el escenario. Abriendo con “Tú sigue así”, el catalán provocó un viaje en el tiempo de muchos de los allí presentes, siguiendo con “La princesa de mis sueños”, “El cielo no entiende” y finalmente, poner la guinda al pastel con la conocidísima “Historias de amor”.
Just Luis no se quedó atrás en cuanto a temas míticos gracias a “American Pie”, al que le siguió Paco Pil y la canción homónima al nombre del festival, “Viva la fiesta”, a la que acompañó con otras como “Jhonny Techno Ska”. Paco Pil llegó a velocidad de vértigo de un lanzamiento que llevó a los presentes al planeta de las fiestas. Una dimensión divertida que se podía corear a través de las diferentes pantallas gigantes que, incluso, desató como una de sus canciones, la histeria colectiva. Como maestro de ceremonias, el público se volcó para cantarle a su medio siglo de vida.
La noche empezaba a encarar su recta final, y lo hacía de la mano de Double Vision y su “All right” o Sensity Word, conocidos por “Get it up”. Pero faltaba por presentar a otro de los pesos pesados: Chimo Bayo.
La leyenda de la Ruta del Bakalao no sorprendió con sus gafas y camiseta de leds, sino con la energía que transmitió desde el primer golpe de bajo de “La tía Enriqueta”. Tras veinte minutos de espectáculo de luces y electro, cerró su concierto con la famosísima “A sí me gusta a mí”.
El broche lo pusieron de nuevo los DJ’s Jumper Brothers con casi media de after party en la que siguieron mezclando temas de la época con bases cañeras y bakalas, todo ello aderezado por el espectacular juego de luces del escenario diseñado por Pixelmap Studios y un cuerpo de baile que amenizó varios momentos de la noche.
