Enmarcada en los objetivos de solidaridad y labor asistencial, las cofradías de Pasión de Campo de Criptana ponían en marcha en el año 2013 la llamada Bolsa de Caridad. Una iniciativa que durante estos 7 años, respaldada por el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento y Cáritas Parroquial, ha destinado un total de 52.000 euros para aliviar cargas económicas de cientos de criptanenses en situación de vulnerabilidad. Ahora y ante la nueva crisis que se avecina, las cofradías vuelven a poner en marcha toda la maquinaria para seguir ayudando a quienes más lo necesitan.
José Muñoz, presidente de la Junta General de Cofradías de Campo de Criptana, explica los pormenores de esta Bolsa de Caridad que, recientemente, ha recibido una dotación de 6.000 euros por parte del Ayuntamiento.
La Bolsa de Caridad de la Junta General de Cofradías de Campo de Criptana surge en el año 2013 con el objetivo de ayudar a aquellas personas que seguían sufriendo los estragos de la crisis económica que por aquel tiempo estaba atravesando nuestro país.
No se debe olvidar que la solidaridad y la labor asistencial han estado ligadas históricamente a la labor de las cofradías de Semana Santa. Por ello, esta Bolsa se pensó como una herramienta que complementase a los Servicios Sociales del Ayuntamiento y a Cáritas Parroquial, de tal forma que se pudiesen abordar aquellos problemas a los que estos organismos no pudiesen llegar.
Dotación de fondos y gestión
En particular, el trabajo de este proyecto se centra mayoritariamente en el pago de recibos de luz, gas, farmacia,… recibos estos que son derivados al responsable de esta Bolsa, por parte de Servicios Sociales o Cáritas. Una vez que se recibe una solicitud proveniente de alguno de estos dos organismos, se procede al pago de la misma manteniendo en todo momento el anonimato del beneficiario. Posteriormente, se archiva el justificante de pago para el control de las cuentas. De esta forma, se lleva un control escrupuloso del dinero gestionado.
La clave del funcionamiento de este proyecto se fundamenta en la confidencialidad antes mencionada y en el compromiso expreso de las cofradías de nuestro pueblo y del Ayuntamiento para aportar fondos de forma periódica, de tal forma que siempre se tenga un remanente con el que poder afrontar las ayudas que vayan surgiendo durante el año.
Un hecho muy importante fue la edición de ese año 2013, del Festival Internacional de la Música “Tierra de Gigantes”. Este concierto supuso un gran impulso de este proyecto, pues parte del beneficio de este evento fue dedicado a nutrir esta Bolsa, por lo que fue una gran primera piedra de esta andadura. Asimismo, año tras año, las cofradías dedican parte de sus ingresos, o algunas actividades específicas a recaudar dinero para este fin. Al igual que las colaboraciones con el Ayuntamiento para la realización de conciertos y otras actividades solidarias (como el concierto solidario de Pastora Soler, que supuso una inyección de 16.000 euros a esta Bolsa), son cuestiones fundamentales para mantener el buen pulso de este proyecto solidario.
“Hemos invertido 52.000 en ayudas directas”
Desde el inicio de esta andadura, se han hecho frente a más de 450 recibos, lo que se traduce en cerca de 52.000 euros de ayuda. Este volumen económico se puede alcanzar gracias a las aportaciones y al trabajo de la gente. Cada vez que se compra una papeleta, se visita un belén, se asiste a un concierto solidario, o cualquier otra actividad que se vincule a la Bolsa de Caridad, se está aportando un granito de arena para mejorar nuestra sociedad. Cada euro que gastamos cuando participamos en cualquiera de estas actividades, va a suponer un alivio a muchas familias. En definitiva, es un dinero que surge del pueblo para ayudar nuestros vecinos más desfavorecidos.
El Ayuntamiento aporta 6.000 euros
Hoy se nos plantea un reto como sociedad. Una crisis económica sin precedente, derivada de esta gravísima crisis sanitaria, se cierne sobre nosotros. Nadie sabe lo que nos deparará el día de mañana, ni las situaciones lamentables que se pueden llegar a producir. Por ello, debemos estar preparados para estar al quite y ayudarnos entre nosotros. Y en particular, la Bolsa de Caridad debe estar lista para las necesidades que vayan a surgir.
Ya se está colaborando a nivel sanitario, pero la preocupación que tenemos como gestores de esta Bolsa es lo que nos deparará el mañana. Es fundamental que esta Bolsa esté saneada y bien nutrida para afrontar los retos que vengan, y en este sentido cualquier ayuda es esencial.
Hace unos días se nos planteaba desde el Ayuntamiento la posibilidad de destinar a esta Bolsa los 6.000 euros que en un principio estaban previstos para ayudar a sufragar a las bandas de música en Semana Santa. Como todos sabemos, este año no se han celebrado procesiones, y la situación que estamos viviendo ha hecho que nuestras prioridades como cofrades y como sociedad sean otras, por lo que esta propuesta ha sido muy bien acogida por parte de las cofradías, pues supone un balón de oxígeno para seguir trabajando en la línea en la que venimos haciéndolo, y nos permite también, estar mejor pertrechados para lo que pueda venir el día de mañana.
En definitiva, la Bolsa de Caridad es un proyecto que crece día a día gracias al apoyo de la gente, y este apoyo es el germen de la solidaridad que nos hace crecer como una sociedad que se preocupa por sus vecinos y en especial por los más desfavorecidos.










































































