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Este lunes, 14 de septiembre, la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, ha visitado en el entorno del cerro de San Antón los molinos del municipio manchego, que desde esta semana comienzan un proceso de restauración tanto en las propias infraestructuras históricas como en sus accesos.
Unas obras cuya inversión alcanzan los 40.000 euros que serán financiados a través de los 285.000 euros que Alcázar de San Juan ha recibido de los fondos Feder, tal y como ha explicado Melchor, quien ha asegurado que “esta restauración tendrá un coste mínimo para la ciudadanía, el 20% frente al 80% que se financiará con fondos europeos”.
La alcaldesa, Rosa Melchor, ha defendido que “en Alcázar hemos apostado de forma clara por restaurar nuestro patrimonio y nuestros bienes de interés cultural”, destacando que “este es un magnífico lugar para empezar a conocer Alcázar de San Juan y su comarca”.
PROCESO DE RESTAURACIÓN DE LOS MOLINOS
Juan Bautista Sánchez-Bermejo, restaurador, ha explicado que se han sustituido las aspas, que estaban en un estado “crítico”. “Se ha hecho el trabajo de taller con madera de pino y hoy estamos con el montaje”, ha explicado.
Sánchez-Bermejo ha detallado que había aspas del año 1999, por lo que el estado de podredumbre podía ocasionar su caída. En esta línea, explica que “este cambio ha sido necesario en tanto que la media de edad de la madera es de 14 años aproximadamente”. Asimismo, Sánchez-Bermejo destacaba que “junto con el cambio de aspas se está procediendo también al tratamiento de la carpintería de los cuatro molinos, y a la sustitución del palo de gobierno del molino funcional”.
LA RESTAURACIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA ARQUEOLÓGICO
Miguel Ángel Hervás, arqueólogo, ha explicado que “en este caso, cualquier intervención debe hacerse con un estudio arqueológico para garantizar que el elemento en cuestión cuenta con carga patrimonial. Además, eso nos ofrece una cantidad importante de carga histórica del edificio. Durante el trabajo, se elaboran informes muy detallados donde se explican los porqués de cada acción, todo acompañado de un importante volumen de información gráfica”.
Los molinos de viento “tienen un valor cultural, paisajístico e identitario. Valores que son indiscutibles y determinantes en una zona como La Mancha. Algunos de ellos son producto de reconstrucciones en los años sesenta con objetivo paisajístico, pero hoy día se ha ido más allá y algunos de estos molinos han recuperado su funcionalidad y los criterios de intervención son tendentes a asegurar la originalidad de estos edificios”, añadía.
